En este Salón de París no sólo se están presentando nuevos modelos y tecnologías al mercado, sino que también se está hablando mucho de política. Por un lado está el famoso asunto de los aranceles de fabricantes chinos, muchos de los cuales han acudido a la cita parisina, y por otro lado está el de los objetivos para 2035. Unos objetivos que, según algunos, deberían relajarse o incluso olvidarse.
Oliver Zipse, CEO de BMW, se pronuncia en contra de la prohibición de coches de combustión para 2035
El CEO de BMW, Oliver Zipse, afirmó que la Unión Europea debería cancelar su proyectada prohibición a coches de combustión para 2035 por el bien de la industria en Europa. Una industria que, como él recordó, se respira en estos momentos y cada vez más un ambiente de pesimismo. No se trata sólo de fabricantes de coches, sino también de empresas que fabrican sistemas de escape, pistones y cada uno de los componentes del motor de combustión los que ahora ven tambalearse su futuro.
Zipse ha sido partidario desde hace tiempo de que las entes normativas incluyesen alternativas al coche eléctrico, como la pila de combustible o los combustibles sostenibles que están en un desarrollo acelerado en estos momentos. Europa tiene gran ventaja sobre el motor de combustión, pero en materia de coches eléctricos se depende mucho de China (en particular del gigante CATL, ya que ahora BYD es suministrador pero a la vez competencia directa).
«Una corrección del objetivo de 100% coches eléctricos para 2035 como parte de un paquete de medidas de reducción comprensiva de emisiones de CO2 permitiría a los fabricantes europeos una menor dependencia en China para las baterías«, afirmó Zipse (Reuters). En base a esta meta marcada por la Unión Europea, los fabricantes establecieron inicialmente su hoja de ruta para vender sólo eléctricos para el final de la década, pero muchos de ellos están flexibilizando sus objetivos y dando cabida a motores de combustión (caso de ventas de híbridos por ejemplo).
La prohibición de los motores de combustión, según Zipse, «amenazaría a la industria europea en su corazón, llevando a un empequeñecimiento de la industria a nivel general». Esto viene después de que varios fabricantes vean complicado llegar incluso a los objetivos de emisiones de 2025, lo que podría conllevar multas de hasta 15.000 millones de euros. Precisamente BMW, al igual que Mercedes, están entre los que podrían cumplir los objetivos, no así Volkswagen, Renault o Stellantis según un reciente análisis de Bloomberg (Automotive News Europe).
En Italia, Francia y Reino Unido también apostarían por otras alternativas para reducir emisiones
No son pocas las voces que van en la misma línea que las palabras de Zipse. La primera ministra de Italia Giorgia Meloni considera lo considera «una autodestrucción», si bien el gobierno alemán ha votado en contra de cambiar los objetivos argumentando la urgencia del cambio climático (es preciso recordar que Olaf Scholz está en el poder con el apoyo de los partidos ecologistas, la Alianza 90/Los Verdes). Desde Francia, la asociación PFA pedía una revisión de los objetivos, la cual está prevista en estos momentos para 2026.
Mientras tanto, en Reino Unido, una encuesta reciente de Sustain afirma que más de la mitad de los británicos creen que no se alcanzará el objetivo para 2035. El 59% quiere mantener sus coches de combustión funcionando el mayor tiempo posible y el 40% afirma que el coche eléctrico no se ajusta a sus necesidades. Un 27% se plantearía comprar un coche de combustión justo antes de la prohibición para poder seguir teniendo este tipo de coches en el futuro. Un 22% está a favor de utilizar todas las tecnologías disponibles a modo de transición.