Ir en moto en invierno no es lo más cómodo. En la actualidad, para evitar este mal trago existen multitud de medidas contra el frío. Ropa térmica, puños calefactables, o mantas cubrepiernas son algunos ejemplos.
¿Cómo se combatía el frío yendo en moto en los años 50?
Por un lado podemos pensar en remedios caseros, como usar papel de periódico y cartón bajo la ropa, o ponerse el abrigo de pana más denso que te puedas permitir. Sin embargo, alguien harto de ponerse malo cuando quería dar un paseo en moto, decidió que ya no se doblegaría más ante las estaciones climáticas gracias a su propio invento: El chaleco calentador.
El inventor barcelonés aparece con su creación en una pieza del Noticiario Cinematográfico Español (NO-DO), que puedes ver bajo este artículo.
Un funcionamiento sencillo y sin gran sobrecoste
Tener una moto en aquellos años, no era solo por gusto. En muchas ocasiones, los ciudadanos no podían permitirse un coche con el que desplazarse largas distancias. Con la llegada de la motocicleta y el hecho de ser más económica, ese segmento de la población pudo optar por un medio de transporte personal. De manera que combatir el frío en moto en invierno era algo necesario para poder continuar con el día a día.
El invento consistía en un chaleco de material plástico hinchable con dos conexiones que se ponía debajo del abrigo. Un tubo conectaba la salida del escape a una de las conexiones, los gases pasaban por el interior del chaleco calentando al sujeto y salían por la segunda conexión a través de un tubo de goma.
Como dice el famoso locutor del NO-DO: “El tubo de escape que antes no servía para nada, encierra una positiva utilidad como puede verse”. “Resuelve sin ningún gasto suplementario, un problema de calefacción ambulante”.
El frío sigue siendo un gran adversario para el motero de hoy día
Como decíamos al principio, existen numerosos elementos contra el frío hoy día, pero si nos encontramos en una situación en la que no tenemos encima ropa técnica ni manta, ni por supuesto el famoso chaleco calentador, hay algo que podemos hacer para salir del apuro.
Efectivamente, papel de periódico o cartones bajo la cazadora nos ayudarán enormemente. No lo decíamos como broma, era y es algo muy común para ir en moto pasando menos frío. Por otro lado, una de las partes de nuestro cuerpo que más sufre en la moto el descenso de la temperatura, son las manos.
Las manos nos sujetan a la moto y nos permiten una gran parte de su conducción. Por ello, sentirlas no está de más si nuestro objetivo es llegar a casa sanos y salvos. De manera que si te ves en el supuesto de emergencia que estamos planteando, un perfecto aliado son los guantes de plástico que estamos acostumbrados a ver en las gasolineras.
