El Chevrolet Blazer K5 es uno de los iconos del mundo de los todocaminos. De hecho, es uno de los primeros todocaminos de todos los tiempos, construido sobre un chasis de largueros y travesaños, con aptitudes 4×4 reales y reductora, pero en verdad, orientado a un público suburbano de clase media. Esa es una historia para otro día, en cualquier caso. Hoy os venimos a hablar de una unidad que ha sido recientemente restaurada por Chevrolet Performance. Y aunque no lo parezca esta preciosa unidad del año 1977 esconde un verdadero sacrilegio. ¿Verdad?
Este Blazer de dos puertas y configuración absolutamente clásica es un coche eléctrico. Respira hondo, puedes hacerlo. En vez de un small-block de carburación y 350 pulgadas cúbicas de cilindrada – o un swap a algún motor de alta cilindrada de la moderna familia LS – encontramos el tren de propulsión… de un Chevrolet Bolt. Un esquema de propulsión 100% eléctrica que Chevrolet Performance planea vender como kits a partir del año 2021. El objetivo es poder convertir en eléctrico cualquier coche clásico, y este Blazer K5 es su tarjeta de presentación.
En verdad, no nos parece una mala noticia. La marca sigue ofreciendo kits de motores térmicos para la restauración de clásicos – las ITV en EE.UU. son anecdóticas, y les dan igual los swaps – y la faceta eléctrica puede ser una alternativa muy interesante. ¿Os imagináis un precioso Chevrolet Corvair propulsado por un eficiente motor eléctrico, en vez de por un anémico seis cilindros de los años sesenta? No es un kit para todos los públicos, pero celebramos su lanzamiento. Vamos al turrón: ¿qué nos ofrece el kit de Chevrolet Performance?
En primer lugar, el motor eléctrico de 200 CV y 360 Nm de par motor del Chevrolet Bolt. Este propulsor eléctrico está conectado a una caja de cambios automática de cuatro relaciones controlada electrónicamente, que a su vez está conectada al tren de rodaje original del Blazer, que ha sido restaurado. Es decir, sigue contando con su reductora, con un sistema de tracción total conectable y con sus durísimos ejes rígidos. La experiencia de conducción seguirá siendo primitiva y muy analógica, solo cambiará la fuente de energía utilizada en la misma.
En la parte trasera del Blazer, tras los asientos y sobre el espacio de carga, se ha montado la batería de 60 kWh de capacidad que alimenta a un Bolt habitualmente. En vez de una autonomía real cercana a los 400 km, suponemos que la aerodinámica nula del Blazer y su peso dividirán la cifra por dos con facilidad. El sistema de propulsión usa el cargador de a bordo del Bolt, así como su inversor, su sistema de gestión térmica y la misma electrónica de control. El sistema eCrate Connect and Cruise es literalmente un sistema plug&play.
El precio no se ha anunciado aún, pero la marca afirma que lo venderá durante la primera mitad de 2021, a un precio que podría ser bastante competitivo. En un futuro, también se incluirán en el sistema eCrate los motores y baterías Ultium, como los que animan al anabolizado GMC Hummer EV.