Hace apenas unos días se nos presentó el Chevrolet Cruze actualizado, y hoy es el turno de uno de los coches más apasionantes que actualmente fabrica General Motors, el Chevrolet Camaro. Lanzado al mercado en 2016, recibe ahora un lavado de cara para mantener su imagen fresca de cara a los próximos años. No olvidemos que el Ford Mustang acaba también de ser actualizado, con un interesante lavado de cara que ya hemos probado en Diariomotor. Para hacer frente al deportivo americano líder el Chevrolet Camaro se renueva a nivel estético y tecnológico, con una nueva versión más purista.
En primer lugar, es evidente que el frontal ha cambiado. La calandra ha sido rediseñada: tiene mayores dimensiones que en el modelo saliente y de nuevo, un aspecto específico para las diferentes versiones del Chevrolet Camaro (LS/LT, RS y SS). Como detalle a tener en cuenta, el Chevrolet Camaro ZL1 retiene su frontal, ya optimizado de cara a la aerodinámica. Las ópticas también son de nuevo cuño, así como el paragolpes. Aunque el frontal no acaba de convencerme del todo, sí lo hace su zaga. Sus pilotos LED están claramente diferenciados, con cuatro unidades de aspecto retrofuturista.
Chevrolet Camaro
En los Chevrolet Camaro SS se ha tenido en cuenta el rendimiento aerodinámico a la hora de llevar a cabo el lavado de cara. Nuevos diseños de llantas con hasta 20 pulgadas de diámetro y un paquete estético RS para las versiones LT ponen la guinda en los cambios estilísticos del Camaro. En el interior del Chevrolet Camaro no hay cambios en el diseño del salpicadero o los controles, pero sí hay novedades tecnológicas. Por ejemplo, un nuevo sistema de infotainment Chevrolet Infotainment 3, compatible con Apple CarPlay y Android Auto y dotado de pantallas táctiles de hasta 8,2 pulgadas.
En cuanto a las ayudas a la conducción, el Camaro ahora puede equipar un sistema de aviso de colisión inminente, así como una cámara de marcha atrás – situada en el espejo retrovisor, capaz de mejorar la mediocre visibilidad del deportivo. El sistema de telemetría de las versiones más deportivas, el Performance Data Recorder, tiene más funciones y ha sido afinado. Otra novedad de este lavado de cara es la asociación del paquete 1LE al motor 2.0 turbo de 275 CV y acceso a la gama. Hasta ahora este conjunto de modificaciones destinadas a mejorar la dinámica del coche dejaban a los cuatro cilindros de lado.
El paquete 1LE consiste en un chasis más deportivo, con barras estabilizadoras de mayor diámetro, amortiguadores más duros, cojinetes con menor flexibilidad y nuevas rótulas para el eje trasero. El equipo de frenado es actualizado con discos Brembo de mayores dimensiones y monta de serie neumáticos deportivos en medidas 245/40 ZR20 para el eje delantero y 275/35 ZR20. El selector de modos de conducción tiene modos Sport, Track y Competition modificados. La instrumentación nos aporta más información prestacional y el volante está achatado en su parte inferior. Opcionalmente podemos montar semibaquets Recaro.
La última novedad de este lavado de cara ha sido la asociación del cambio automático de 10 relaciones – desarrollado junto a Ford – a los Chevrolet Camaro SS. La caja de cambios 10L80 antes era coto exclusivo de los Camaro ZL1. Equipando esta caja de cambios, los SS disfrutan de un asistente de burnouts – el modo Line Lock que ya hemos visto en los Mustang – y un Launch Control personalizable.