Los pony cars más potentes y radicales del momento se alejan mucho de su filosofía de antaño. Aunque son relativamente asequibles, ya no forman parte de ese mito de los «hierros» americanos: van más que bien cuando llegan las curvas, y son capaces de meter mucho miedo en el cuerpo a lo mejor de Europa. Son coches aún relativamente sencillos, en los que prima la implicación del conductor en el pilotaje, el control mediante un cambio manual, el sonido del motor – por encima de arañar una décima de segundo por vuelta. Motor Trend enfrenta en vídeo a los dos mejores ejemplares actualmente a la venta: los Chevrolet Camaro ZL1 y Shelby Mustang GT350R.
De ambos coches os hemos hablado largo y tendido en sendos artículos a fondo, pero es del último del que quiero resaltar de nuevo un par de detalles. Es el Porsche 911 GT3 RS del otro lado del charco, un radical Ford Mustang enfocado a los circuitos, calzado con semi-slicks Michelin Sport Cup 2 y con un motor tan puntiagudo como brillante. Es un V8 atmosférico de 5,2 litros, capaz de llegar a las 8.500 rpm gracias a su ciguëñal flat-plane. Este motor de 526 CV de potencia es tan brillante como puede serlo el 4.0 bóxer de seis cilindros de un Porsche 911 GT3, y lo digo completamente en serio.
El Shelby Mustang GT350R tiene llantas de fibra de carbono, pesa 1.684 kilos en orden de marcha – incluso en EE.UU. se están haciendo esfuerzos para adelgazar sus coches – y está completamente enfocado a los circuitos. A su lado, el Chevrolet Camaro ZL1 parece un tanque: pesa 1.775 kilos, pero a cambio, en sus entrañas late un gigantesco motor 6.2 V8 LT4 sobrealimentado por compresor hasta los 650 CV. Este motor se puede asociar a un cambio automático de 10 relaciones o a una caja manual de seis relaciones. Aunque el peso no sea uno de sus mejores atributos, es un coche endiabladamente rápido.
Sólo os diré que recientemente ha dado una vuelta al Nürburgring Nordschleife en sólamente 7 minutos y 16 segundos, un tiempo inferior al de una de las joyas de la corona de Zuffenhausen: el Porsche 911 GT2 RS. Con suspensión magnetoreológica y una sensacional puesta a punto, es un coche que ya se ha ganado el respeto de los aficionados al motor de medio mundo. En las pruebas de Motor Trend es claramente el más rápido en línea recta, aunque pierde en cuanto a sonido: el Shelby suena como muy pocos coche lo hacen hoy en día. ¿Qué hay de la dinámica en circuito de ambos pony cars? ¿Cuál es el más rápido y divertido?
Aunque el Chevrolet se impone en el circuito gracias a su mayor potencia, lo hace en sólo 0,4 segundos, a pesar de tener 124 CV más y pesar sólamente 100 kg adicionales. El Camaro se siente más pesado, ofrece a los probadores unas sensaciones más filtradas y en parte menos precisas que las del Mustang. El Shelby cuenta con unos neumáticos más apropiados para circuito, y al carecer de un pesado compresor, es un coche más equilibrado en su reparto de pesos, además de ser más ágil, rígido y «dramático». El torrente de par motor del Chevrolet le hace parecer mucho más rápido, cuando en realidad es sólo marginalmente más rápido.