Nos guste más o nos guste menos, la electrificación también está llegando a la tierra prometida a sus máximos exponentes, los muscle cars. Y hablamos concretamente del nuevo Chevrolet Corvette E-Ray, o lo que es lo mismo, la variante HEV del deportivo americano que, ultraje o no, se ha convertido en el más rápido de su gama siendo capaz de cubrir el 0 a 100 en 2,5 segundos pese a declarar 24 CV menos que la variante Z06 y 845 CV menos que un Bugatti Chiron.
Y es que Chevrolet ha sabido jugar bien sus cartas a la hora de electrificar a su niño mimado, coche que ya estuvo en el punto de mira de muchos al pasar de ofrecer motor delantero a central. Sea como fuere, lo que está claro es que el nuevo E-Ray va a dar mucho de que hablar, sobre todo porque no se trata de un híbrido enchufable como sí lo son algunos de sus rivales más directos, dejando claro que el paso al muscle car eléctrico va a otro ritmo al otro lado del charco.
Pocos cambios estéticos para el Corvette más rápido de la historia
Chevrolet Corvette
Pero antes de enfrascarnos en la tarea de hablar de su apartado mecánico, es necesario hablar de que, pese a tratarse de la variante más rápida del Chevrolet Corvette, los cambios estéticos son más bien modestos. Más allá de unos emblemas distintivos en el exterior, el E-Ray hace gala de unas colas de escape rematadas en negro, unas llantas específicas de cinco radios y 20 pulgadas -en opción pueden ser de fibra de carbono-, colores propios de esta variante como el Electric Blue y de que es 90 milímetros más ancho que un Corvette Stingray.
Misma tónica se respira en un su interior, donde solo encontramos de diferencia el botón Charge+, el mando para activar y desactivar el Start/Stop y menús específicos para la gestión del apartado eléctrico. Pero el verdadero punto álgido del Chevrolet Corvette E-Ray reside en su puesta a punto, donde el motor más básico ha conseguido desbancar al titánico Z06.
Y es que el E-Ray toma como punto de partida a un V8 atmosférico de 6.2 litros que, por sí solo, declara 495 CV de potencia y 637 Nm de par. Pero gracias a la presencia de un motor eléctrico de 160 CV y 170 Nm de par, el deportivo americano para a producir la friolera de 655 CV, cifra que se gestiona por medio de un caja automática de doble embrague y ocho relaciones y que permite fulminar el 0 a 100 en tan solo 2,5 segundos, es decir, en una décima más que un Bugatti Chiron.
Todo ello es posible gracias a la presencia de una pequeña batería de 1,9 kWh proporcionada por LG y que se asienta justo detrás de los asientos posteriores. Esta permite al Corvette E-Ray circular en modo eléctrico hasta 72 km/h y, aunque no ha proporcionado una autonomía, podemos intuir que no será mucha. Aunque eso sí, el Corvette podrá aguantar más tiempo moviéndose con la mitad de cilindros en activo que el Stingray convencional gracias a la presencia de este apartado eléctrico.
Y si el peso es algo que pudiera preocuparte al tratarse de un Chevrolet Corvette electrificado no sufras, ya que este declara sobre la báscula 1.712 kilos, es decir, 182 kilos más que un C8 de acceso. A que esto sea así ayuda también unos frenos carbo-cerámicos que vienen de serie, al igual que el Magnetic Ride Control que proporciona tres niveles de ajuste.