«Las pick-up de verdad tienen motores de ocho cilindros». ¿Cuántas veces has escuchado esa frase, referida a las enormes pick-up full-size estadounidenses? Desde su popularización a nivel generalizado y desde prácticamente el fin de la Segunda Guerra Mundial, las pick-up americanas han confiado en los motores V8, no solo de cara a su desempeño, sino como seña de identidad. Pero incluso un segmento tradicional como este está cambiando. Hace poco hemos probado una Ford F-150 con motor 3.5 V6 EcoBoost y la Chevrolet Silverado que tenéis en pantalla… ¡usa un motor de sólamente cuatro cilindros!
Hoy por hoy las Ford F-150, RAM 1500 y Chevrolet Silverado son las pick-up de gran tamaño más vendidas en el mundo. Las Ford F-150 fueron las primeras en pasarse a los motores sobrealimentados y a los turbos, un movimiento que en su día fue criticado duramente por Chevrolet. Pero la evolución de la industria automovilística y los avances en eficiencia y consumo de combustible también han sacudido a uno de los segmentos más conservadores. Para muestra un botón: hoy por hoy los tres coches se venden en Estados Unidos con motores diésel de seis cilindros, algo considerado herético hace unos pocos años.
Las versiones de trabajo y de acceso de estas pick-up emplean motores V6 atmosféricos en todos sus casos, y los V8 siguen acumulando gran parte de sus ventas. Sin embargo, en las Ford F-150 los EcoBoost de seis cilindros se venden ya más que los V8 atmosféricos. Ford ofrece dos motores EcoBoost V6 en las F-150, con 2,7 litros y 3,5 litros, y potencias respectivas de 325 CV y 375 CV. El nuevo motor de cuatro cilindros de la Chevrolet Silverado es una respuesta directa al 2.7 EcoBoost de Ford, que en RAM es contestado por un V6 híbrido de 3,6 litros y 305 CV – con sistema eléctrico de 48 voltios.
Este cuatro cilindros de carrera larga tiene 2,7 litros de cubicaje y desarrolla una potencia máxima de 310 CV. Ha sido diseñado desde cero con el uso severo de una pick-up en mente. Desarrolla un par máximo elevado, de nada menos que 472 Nm, constantes entre las 1.500 rpm y las 4.000 rpm. Tiene un par motor un 22% superior al 4.3 V6 de acceso a la gama Silverado. Es un propulsor de alta tecnología, con un colector de escape integrado en la culata, gestión térmica inteligente y tecnología Stop & Start. Su bomba de agua es eléctrica y tiene alzado continuamente variable de válvulas.
Además, puede desactivar dos de sus cilindros en función de la carga, ahorrando combustible. Desde luego, todo ahorro es bienvenido en coches que coquetean con los seis metros de longitud, pesan más de dos toneladas y son tan aerodinámicos como un ladrillo. Este motor se asocia en exclusiva a una caja de cambios Hydra-Matic de ocho relaciones y convertidor de par. Se venderá únicamente asociado a los acabados LT y RST, los de mayor volumen de la gama Silverado. No se asocia a los acabados tope de gama – de exclusividad V8 – ni a las Silverado más básicas, que se conforman con los V6.