Chevrolet acaba de presentarnos las nuevas Silverado Heavy Duty para el Model Year 2017. Sobre el papel, no hay novedades de especial importancia en cuanto a estética o tecnología, pero bajo su capó vive la mayor novedad mecánica en años. Un nuevo motor 6.6 V8 Duramax, un potente turbodiésel diseñado para posibilitar el arrastre de más de 10 toneladas de peso. El motor ha sido completamente rediseñado, y sólo comparte con su predecesor el diámetro y carrera de sus cilindros. Sus cifras finales impresionan.
El propulsor diésel de ocho cilindros es capaz de desarrollar la friolera de 445 CV a 2.800 rpm, acompañados de un par máximo de 1.234 Nm a sólo 1.600 rpm. Para poner estas cifras en contexto, pensad en el Audi SQ7 TDI – el diésel más potente a este lado del Atlántico: desarrolla 435 CV de potencia y 900 Nm de par a 1.000 rpm. La diferencia la marcan esos 2,6 litros adicionales de cilindrada del Chevrolet, creado no con las altas prestaciones en mente, sino con la facilidad de uso en el día a día y las altas capacidades de arrastre.
Por ello, el 90% de sus 1.234 Nm de par motor están disponibles desde las 1.550 rpm y hasta las 2.850 rpm – un intervalo en el que el motor girará prácticamente todo el tiempo. Es 45 CV más potente que el anterior Duramax, en parte gracias a la incorporación de un nuevo turbocompresor de geometría variable controlado electrónicamente, soplando a 1,9 bares de sobrepresión. El sistema common-rail ahora trabaja a 2.000 bares de presión, y cada inyector puede introducir combustible hasta 7 veces por ciclo de combustión.
El motor también estrena una nueva admisión y capacidades de refrigeración mejoradas, con un nuevo radiador de aceite hasta un 50% más grande que el de su predecesor. Su nueva válvula EGR está refrigerada, garantizando una mejor reducción de los óxidos de nitrógeno. Debido a su normativa específica, este tipo de vehículos no deben cumplir la normativa estadounidense anticontaminación Tier2Bin5: no se habla de filtro de partículas o tratamiento de los gases de escape mediante AdBlue. Sí, es una buena chimenea rodante.
La caja de cambios automática asociada al nuevo DuraMax es la misma Allison de seis relaciones ya estrenada hace años. Ha recibido refuerzos para soportar el incremento de par motor, así como un nuevo convertidor de par. Chevrolet no ha comunicado el dato final de capacidad de arrastre, pero sí varios datos interesantes: hace el 0 a 96 km/h en 7,1 segundos sin carga, acelera de 80 a 110 km/h en 10,6 segundos arrastrando 4,5 toneladas, y arrastrando 11 toneladas es 40 segundos más rápido que su predecesor en un recorrido estándar de pruebas.
Y sí, es posible conducir un «bicho» así sin un carnet especial, al menos en Estados Unidos. ¿Tienen que preocuparse las nuevas Ford Super Duty?
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