El Ferrari 812 Superfast es el último lanzamiento de la marca italiana. Un superdeportivo de motor frontal y propulsión trasera. No es un motor cualquiera, es un gigantesco V12 atmosférico de 6,5 litros, que desarrolla la friolera de 800 CV sin recurrir a ningún tipo de sobrealimentación o hibridación. Puede considerarse actualmente la cúspide de la ingeniería en cuanto a propulsores de aspiración atmosférica. Chris Harris cree que el Ferrari 812 Superfast cierra una etapa en Ferrari, cuyo futuro será diferente, al pasar forzosamente por la hibridación de sus vehículos.
La prueba de Chris Harris del Ferrari 812 Superfast se enmarca en su serie de vídeos de YouTube llamada «Chris Harris Drives», de corte similar a los vídeos que solía hacer en su canal, llamado «Chris Harris on Cars». La única diferencia es que cuenta con los medios de Top Gear, lo que ha elevado la calidad de la producción varios enteros, dejando intacto el espíritu de sus pruebas y su habitual carisma. Uno de los aspecto de los que más habla Chris Harris es de cómo el coche se siente mucho más rápido que los Ferrari F12, a los que sólamente aventaja en 70 CV, y especialmente el porqué.
Ferrari 812 GTS
En primer lugar, porque es un coche con unos desarrollos de cambio aún más agresivos: unidos a sus 800 CV y un Launch Control recalibrado, permite hacer un 0 a 100 km/h en 2,9 segundos. El hecho de que el cambio de doble embrague sea un 30% más rápido al subir de marchas y un 40% más rápido al reducir – con respecto al Ferrari F12 Berlinetta – también ayuda. El probador inglés también certifica el fulgurante paso por curva del coche, fruto de un sistema de cuatro ruedas directrices, evolucionado con respecto al montado en el Ferrari F12tdf, unido al habitual diferencial trasero controlado electrónicamente.
Es un coche que también estrena dirección asistida eléctrica. Uno de los miedos de Harris era que la retroalimentación de la dirección se perdiese, pero se ve que el miedo era infundado: admite que es incluso mejor que la dirección hidráulica del Ferrari F12, en el que el 812 Superfast se basa parcialmente. El Ferrari F12 Superfast debería ser tan rápido como un LaFerrari en una pista como Fiorano, donde sus neumáticos de calle luchan por mantener el agarre, sufriendo en cada curva, en cada monstruoso derrape. No obstante, el 812 es un coche muy diferente en carretera, donde su suspensión adaptativa y el manettino en el modo más relajado lo convierten en un apacible GT.
Un coche con el que cubrir grandes distancias de forma cómoda, y muy rápida. Su predecesor tenía fama de ser un coche demasiado rápido para las carreteras – al menos en palabras de Jeremy Clarkson, más mayor y menos «piloto» que Harris. Aunque el Ferrari 812 Superfast es más rápido y capaz, también es más refinado y controlable. En palabras del gran Chris Harris, es un mejor coche.