Nos referimos, como no podría ser de otra forma, al Citroën Ami, solo que planteado de una forma algo diferente. Y es que este pequeño cuadriciclo francés, pese a haber suscitado la polémica desde su nacimiento debido a su diseño, precio o usabalidad, vuelve con un nuevo formato. La gente de Citroën ha querido darle una vuelta a la fórmula para crear lo que se conoce como Citroën Ami Cargo, una solución de reparto urbana que, suprimiendo el asiento del copiloto para dejar un generoso espacio de carga y utilizando el aliciente de no necesitar carnet, pretende sustituir a motos, pequeñas furgonetas y cualquier tipo de vehículo de mercancías de similar tamaño pero, ¿lo conseguirá? ¿Es el Citroën AMI Cargo realmente más útil que una moto, su rival a batir? Vamos a descubrirlo.
Para ello nos hemos metido, literalmente, en la piel de un repartidor en una de las ciudades más bulliciosas de España, Madrid. Además no por la periferia o sus inmediaciones, sino por el centro urbano, donde solo vehículos con etiqueta CERO de la DGT u otro tipo de justificante pueden acceder. Así, el AMI Cargo con su motor eléctrico y sus reducidas dimensiones quiere ser la respuesta a esos repartidores que requieren de una forma de desplazamiento urbano.
Citroën AMI Cargo, ¿la respuesta correcta para los repartidores?
Citroën Ami
Aunque bien es cierto que los repartidores no tienen demasiadas restricciones a la hora de acceder al distrito centro de una ciudad con una Zona de Bajas Emisiones delimitada, las furgonetas y camiones diésel y gasolina que se siguen utilizando son igualmente nocivos. Es ahí donde reside el mayor argumento del nuevo Citroën Ami Cargo, ser un vehículo de reparto y cero emisiones.
A nivel estético no cambia absolutamente nada, salvo la posibilidad de aplicar rótulos publicitarios de nuestra empresa de la mano de Citroën, quien ha desarrollado dicho servicio para los clientes del Ami Cargo. Pero donde si cambia el cuadriciclo francés es en su interior, eliminando el asiento del copiloto para confeccionar un espacio de carga repleto de varios huecos de diferentes tamaños.
Siendo más concreto, nos topamos con un volumen útil total de 400 litros, un espacio de almacenamiento de 260 litros y una capacidad de carga útil de 140 kilos. Esos 260 litros se dividen en distintos compartimentos, siendo uno de ellos un pequeño cofre en la parte posterior y los otros dos en posición horizontal, a lo que hay que sumarle una bandeja modulable.
No, no es el mismo espacio que el que ofrece una furgoneta al uso, pero la competencia más directa del Citroën Ami Cargo son las motocicletas. Gracias a la etiqueta CERO y a su condición de vehículo de reparto, podremos no solo aparcar gratuitamente en la zona SER, sino también en carga y descarga.
Las ventajas frente a una moto son palpables, tales como contar con una carrocería que nos protege en caso de accidente y que nos guarezca de la lluvia o cualquier imprevisto climatológico. Bien es cierto que aparcar y esquivar coches nunca va a ser tan sencillo como en una moto, pero las contenidas dimensiones del Ami Cargo nos facilitan igualmente la tarea de aparcar, y más en carga y descarga.
A su vez, la capacidad de reparto en el cuadriciclo francés aumenta frente a una moto debido al mayor espacio de carga que ofrece este. Podemos cubrir más viajes al poder llevar con nosotros más paquetes, así como gozar de una mayor comodidad en la urbe mientras llevamos a cabo labores de reparto.
Sin cambios estéticos y sin cambios mecánicos
Pero, ¿qué tren motriz utiliza el Citroën Ami Cargo para ser una opción plausible frente a una motocicleta de reparto? Lo cierto es que no cambia respecto al Ami convencional, dejando así que sea un motor eléctrico de 6 kW -8,2 CV de potencia- el encargado de mover a esta variante Cargo. Su uso depende de una batería de 5,5 kWh que, además de contar con una garantía de 3 años o 40.000 kilómetros, permite una autonomía de 75 kilómetros según el ciclo de homologación WLTP. Más que suficiente para cubrir repartos por el centro de una ciudad.
Esta requiere de 3 horas de carga en una toma de 220 V, tiempo más que suficiente para poder tener la energía necesaria de un día para otro y proseguir con las labores de repartidor. A su vez, debemos tener en cuenta que la velocidad máxima que alcanza el Citroën Ami Cargo es de 45 km/h, velocidad que nos permitiría callejear sin inconvenientes y a un ritmo equitativo al del resto de vehículos.
A sus mandos tendremos que acostumbrarnos a sus contenidas dimensiones, a no tener espejo retrovisor y a que no cuenta con dirección asistida, especialmente esto último a la hora de maniobrar. El Ami Cargo es un coche pensado para lo que es, ofreciendo una potencia más que suficiente para moverse con soltura y una capacidad de aceleración muy digna.
Lógicamente en ciudad se siente como pez en el agua, pudiendo estacionar ya no solo en carga y descarga, sino también en cualquier hueco limitado para un Smart o vehículos de similares dimensiones. Una vez en marcha la dirección se aligera y nos permite realizar virajes con pocas vueltas de volante; la visibilidad es buena y tan solo tendremos que acostumbrarnos a no echar la vista hacia el medio, puesto que no hay un espejo retrovisor interior, así como dedicar un tiempo a ajustar los espejos retrovisores, puesto que tendremos que hacerlo manualmente y desde el puesto del conductor.
Los 8,2 CV no serán sinónimo de falta de potencia, ya que mueven perfectamente al Ami Cargo. Y es que, al fin de cuentas, un coche ideado única y exclusivamente para el entorno urbano no requiere ni de una velocidad máxima superior a la que ya ofrece el cuadriciclo de los dos chevrones, ni más fuerza, puesto que no la echaremos en falta en nuestras labores por la ciudad.
Pero, ¿cuánto cuesta el Citroën Ami Cargo?
Lo primero que debemos saber es que Citroën ofrece varias modalidades de pago. La primera es al contado, la cual implica un desembolso de 7.600 euros si no aplicamos el Plan Moves III que, en función de si somos particular o empresa, variará la ayuda. Si recibimos las ayudas del Gobierno para la compra de vehículos eléctricos, podremos hacernos con el Citroën Ami Cargo por 6.000 euros, aunque hay más.
Concretamente, la firma francesa ofrece también la posibilidad de adquirir al Ami Cargo por 2 euros al día, aunque con truco. Para ello, tendremos que financiar el 80% de la comprar, dar una entrada de 2.346 euros, una última cuota de 3.455,72 euros y afrontar un pago dividido en 36 meses.