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40 años de historia de esta leyenda irrompible, ¿conoces las tres eras de este icono francés?

Hace apenas unos días hablábamos de la incombustible Citroën C15, la querida furgoneta legendaria que cumple 40 años y, tras dos décadas de fabricación en distintos lugares (pero sobre todo en Vigo) dejó más de un millón de unidades fabricadas. Se estima que un gran número de ellas siguen en funcionamiento y, si nada lo evita, seguirán funcionando más allá del fin de los tiempos, rivalizando en longevidad con Chuck Norris, Jordi Hurtado y demás personas por las que jamás pasa el tiempo. Pero el tiempo hizo evolucionar a la C15 a través de diferentes versiones que veremos aquí.

Inicios humildes, compartiendo elementos con el Visa y el Peugeot 305 Break

Vista lateral y parcial trasera del icónico Citroën C15.

En el principio de sus tiempos, las C15 originales venían en dos ‘sabores’: las del 1.1 de gasolina (procedente del Visa) de 55 CV y el que de inmediato se convirtió en la furgoneta para repartidores, panaderos, servicios técnicos y, para algunos, lo sigue siendo hoy día: el C15D con el 1.8 diésel XUD que compartía con el Peugeot 205 con sus 60 CV. Hay que recordar que también tenía otras cosas de Peugeot: mientras que el frontal venía del Visa, la suspensión trasera era la del 305 Break, también compartida por otros modelos de Citroën. Los modelos diésel llevaban pasos de rueda ensanchados que no tenían los de gasolina.

Las había de furgón con una puerta, versión furgón de carga así como con caja frigorífica de aquella C15 que en principio empleaba aquel volante de un solo radio heredado del Visa. En esta primera versión recibiría más motores, como un 1.0 o un 1.360 así como motores de origen Simca que llegaban desde el mercado francés, así como los motores TU con hasta 60 CV de potencia. Desde un principio, la simpleza de su diseño marcó su carácter, hecho para tener el mantenimiento más simple posible. Y desde luego dieron en el clavo…

La llegada del primer restyling, de las dos puertas traseras y la C15 eléctrica

Frente inconfundible del Citroën C15, robustez en su diseño compacto.

A principios de 1989 llegaba el primer restyling de la C15, con cambios en la calandra y los intermitentes en el parachoques, bajo los faros. Los tapacubos de tres agujeros dejaban paso a los de cuatro agujeros. Otro cambio fue la llegada de la inyección monopunto para los motores de gasolina, aunque no hizo que subieran la potencia mientras que el diésel se mantenía popular. Ahora bien, el gran cambio fue añadir la carrocería con dos puertas con bisagras detrás en lugar de un gran portón. Muchas de las C15 aún en funcionamiento provienen de esta época.

De 1991 en adelante comenzaron a verse varias ediciones especiales, como la C15 Club con mayor nivel de equipamiento, la RE Familiale en Francia o una versión de cabina larga fabricada por Gruau que aumentaba la profundidad de carga en 40 cm, con versiones de dos o cinco plazas. También existió una C15 eléctrica con 13 CV de potencia, una autonomía de 100 km y una velocidad punta de 100 km/h de la cual se vendieron 402 unidades (L’Argus).

El tercer y último restyling

De 1992 en adelante Citroën introdujo los últimos cambios estéticos en la C15 mientras preparaban la Berlingo que debía reemplazarla (cosa que no sucedió exactamente tal cual). Si ya en la generación anterior se habían extendido los pasos de rueda anchos a las versiones de gasolina, para todas las versiones menos la de acceso se añadieron protecciones de plástico en los laterales. Seguramente para, en caso de contacto, proteger al otro elemento de la robustez de la C15. Los retrovisores crecían y se cambiaba el volante del Visa por uno de dos radios como también se había cambiado el volante del Citroën AX antes de cambiarlo por el Saxo.

Con numerosas versiones especiales, como los Hit, Illico, Messenger (la cual traía dirección asistida de serie) y otras, la C15 tenía un gran rival: las normas de emisiones. Sus motores de gasolina fueron catalizados para 1997 y, a principios de 2001, desaparecían los venerables diésel XUD para dejar paso a los DW8 tomados de los Peugeot 206 y 306 diésel, que también daban 60 CV – podían dar más en otros coches, pero en la C15 daban problemas de refrigeración.

Final comercial, aunque sigan siendo abundantes en las carreteras

Vista lateral del icónico Citroën C15, resistencia y funcionalidad en su diseño.

El resto de la historia es más que conocida. Las ventas de la C15 no cesaban, teniendo un volumen de ventas fuera de lo normal para tratarse de un coche que ya llevaba 20 años en el mercado y había sobrevivido durante una década a la llegada de la Berlingo, que debía reemplazarla. Pero las normativas de emisiones eran cada vez más duras y fueron lo que al final llevaron a la C15 a su final en la vida comercial, siendo reemplazado por la Citroën Nemo y sus gemelas de Peugeot y Fiat.

Claro que sería su final en los concesionarios, pero ¿en la carretera? En según que zonas de España, hay localidades donde no hay un solo barrio sin al menos una, como aseguraba nuestro compañero Javier López hace apenas unos días. En su blanco habitual, en el característico beige de las primeras versiones, en el rojo que también se estiló mucho, así como en otros colores como en negro de algunas versiones. Ahora la pregunta que lanzamos es, ¿hasta dónde crees que llegarías con una Citroën C15?

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David Durán

Habiéndose criado a pocos kilómetros del Circuito de Jerez y viendo cierto trío de ingleses hablando de coches desde pequeño, para David Durán decantarse por el mundo del motor no le fue difícil. Desde que se cruzó con un Ferrari F40 y un Lamborghini Diablo en plena carretera en un 'simple' viaje familiar, siempre ha querido estar ligado a la automoción.

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