El Toyota C-HR es un SUV o crossover que con sus menos de 4,4 metros de largo y 388 litros de maletero se emplaza entre los segmentos B y C, ofreciendo en su versión de acceso una mecánica híbrida de 140 CV de potencia que será suficiente para la mayoría de los que se plantean comprar el modelo, y además sus 4,7 litros de consumo homologado lo convierten en un coche que brindará un contenido gasto en gasolina todos los meses.
Aun así, los 31.750 euros que tiene como precio de partida lo alejan de muchísimos bolsillos españoles, pero por suerte para ellos existe una alternativa que calca prácticamente, punto por punto, las características del C-HR de acceso: es el nuevo Citroën C4 en su versión Hybrid 136, que contemplando toda la gama del modelo, a nuestro juicio, es la más recomendable.

Citroën C4
Claves del Citroën C4
- Se trata de un rival directo del C-HR, pero es mucho más asequible
- Su diseño se ha renovado recientemente
- La versión Hybrid 136 homologa 4,7 litros de consumo
- Se fabrica en la planta española de Villaverde, en Madrid
Imágenes del Citroën C4






Y es que parece claro que en la firma francesa se plantearon desde un principio poner en el mercado un coche que persigue de manera tan clara igualar todo lo que ofrece el C-HR a cambio de, en el caso de esta versión, nada menos que 9.300 euros menos. Parte de 23.450 euros en el momento de redactar estas líneas en el acabado Plus, mientras que la variante Hybrid 100 hace lo propio en 22.150 euros. Eso sí, en este caso se trata de una línea de equipamiento de corte escueto.
A tenor de la diferencia de precio existente entre las dos versiones, de 1.300 euros, por el superior nivel de equipamiento y la mayor potencia, la realidad es que excepto por motivos económicos superiores, la elección siempre debería ser la Hybrid 136 en acabado Plus, una versión que hace que el C4, además de por tamaño y concepto, se sitúe a la altura del CH-R en su versión 140H e incluso lo mejora en algunos apartados.
Su zaga emula la caída típica de un coupé.
Tal y como revela la tabla, la superioridad del C-HR no es tan clara cuando se analizan los números, y en aquellos campos en los que destaca son relativos a su sistema híbrido. Y es que ahí reside una de las objeciones que se pueden encontrar al C4 al compararlo con el japonés: se trata de un híbrido ligero, que tiene un pequeño sistema eléctrico de 48 V, en lugar de un híbrido convencional cuyo sistema eléctrico es de 220 V. Esto permite al C-HR moverse en más situaciones en modo eléctrico, y gracias a su motor más potente, también hasta una velocidad superior. En términos dinámicos el C-HR también se sentirá como un coche cuyo rodar tiene un empaque superior.
Aun así, consumo homologado es exactamente el mismo, de 4,7 litros en cada caso, aunque en la realidad el japonés podrá llegar a brindar consumos por debajo, incluso, de esta cota si las circunstancias acompañan mientras que el francés, como mucho, lo podrá igualar en las mejores condiciones.
También, para acabar, juega a favor del C-HR la garantía de 15 años que Toyota tiene mediante su programa Toyota Relax, pero, ciertamente, la diferencia de precio es tal que se hace difícil dar valor a los campos en los que gana el japonés al tener en cuenta esos 9.300 euros que costará de más.