El nuevo Citroën C5 X estrena importantes cambios. Sin embargo hay un punto que llama especialmente la atención, y es que Citroën pretende convertir al nuevo C5 X en el máximo referente del confort en su clase. Lejos quedan ya los tiempos de la suspensión hidroneumática, y es por esta razón por la que hoy vamos a descubrir cuál es el truco de Citroën para presumir de comodidad en su nuevo buque insignia.
Como decíamos, lejos quedan ya los tiempos de los Citroën equipados con suspensión hidroneumática, un complejo sistema que murió con el anterior Citroën C5, y que siempre brilló por su elevado control de la carrocería con respecto del suelo, además de por ofrecer un filtrado del firme realmente sobresaliente. Su abandono, motivado por los elevados costes del sistema y la falta de interés del público por pagarlos, obligó a Citroën a buscar nuevas formas de seguir presumiendo de confort en sus coches; lo que nos lleva a esta entrada de hoy.
Citroën C5 X
El primer gran paso de Citroën para poder seguir presumiendo de una comodidad superior a la de sus rivales, lo encontramos en los amortiguadores progresivos hidráulicos instalados por primera vez en el Citroën C4 Cactus. Esta tecnología permite contar un mayor nivel de filtrado en un amortiguador convencional, especialmente en firmes irregulares, sin que ese movimiento se transmita a la carrocería. De esta forma se crea cierta sensación de desconexión con respecto del firme, provocando el efecto de alfombra voladora que tanto se percibía con la suspensión hidroneumática. Esta tecnología ha ido llegando a otros modelos de la marca como el C5 Aircross o ahora el nuevo C5 X, donde promete introducir una nueva evolución.
De forma adicional, la gran novedad que estrena el C5 X en relación a la amortiguación, es un amortiguador de tipo adaptativo capaz de modificar su comportamiento en función del modo de conducción que tengamos activado. Este tipo de amortiguaciones pueden llegar a ofrecer un buen resultado a la hora de combinar perfiles, pudiendo encontrar tarados blandos en pos de mejorar el filtrado, o tarados más firmes para cuando circulamos por carreteras de curvas. El funcionamiento de estos amortiguadores se basa en la regulación en tiempo real del paso del gas o el aceite a través de las válvulas internas, cuanto más fácil sea la circulación de ese gas o aceite, mayor será la capacidad de absorción y por lo tanto más cómodo será el coche. Citroën aún no ha entrado en detalles sobre los resultados de combinar amortiguación adaptativa y topes hidráulicos, pero a priori el sistema apunta maneras. Quizá, el único punto reprochable en este sentido, es el de no emplear un eje trasero multibrazo para así contar con cuatro ruedas trabajando de forma totalmente independiente.
Para terminar, la tercera clave del Citroën C5 X para mejorar el confort la encontramos en sus asientos. Estando disponibles en muchos otros modelos de la marca francesa, los asientos Advanced Comfort desembarcan en el C5 X. Estos asientos se caracterizan por primar la comodidad ante todo, combinando diferentes espumas y densidades, consiguiendo así el mejor reparto en cuanto a puntos de presión. Este diseño no es un milagro, pero lo cierto es que coches como el C4 consiguen destacar frente a su competencia, añadiendo además funciones de calefacción, ventilación e incluso masaje. Eso sí, la sujeción lateral es reducida, por lo que es fácil que nos movamos si nos animamos con una carretera revirada.