Cuando pensamos en un coche de batalla, pensamos, idealmente, en un coche sencillo y económico. Un coche que no nos dé problemas mecánicos, que gaste poco combustible y que si se rompe algo, sea fácil y barato repararlo. Además, en estos tiempos, que tenga etiqueta medioambiental es casi imprescindible. El coche que os presentamos hoy reúne todas estas condiciones, y además, es una auténtica cápsula temporal cargada de encanto. Tiene solo 21.000 km en su odómetro, no puede ser más espartano, y está a la venta por un precio muy interesante.
El coche en cuestión es un Citroën Saxo. Quizá esperas que te presentemos un exclusivo VTS con motor de 16 válvulas en un estado de colección. Pero quizá el Saxo que protagoniza este artículo es aun más especial. Se trata de una unidad matriculada a finales del año 2002, es decir, uno de los últimos Citroën Saxo, antes de ser reemplazados por los Citroën C2 y C3. La unidad tiene sólamente 21.359 kilómetros en su odómetro y solo ha tenido un propietario durante sus 20 años de edad – que apenas lo movió del pueblo donde vivía.
Su motor es el archiconocido 1.1 litros, un gasolina de cuatro cilindros, inyección indirecta y aspiración atmosférica. No solo es conocido por tener consumos de combustible muy bajos, si no por ser un motor fiable, robusto y muy duradero. Tiene solo 60 CV, pero unidos a una caja de cambios de relaciones muy cerradas y un peso de solo 825 kilos, permiten que el coche se mueva de forma ágil. He podido ver el coche en persona, pues lo vende un amigo, y arranca al toque tras llevar semanas parado, con un ralentí estable y un sonido mecánico mínimo.
De esta unidad me llama la atención el poquísimo equipamiento que tiene, y en mi opinión, es algo que contribuye a su encanto. Tiene equipo de sonido con dos altavoces, tiene un solo airbag para el conductor, tiene ABS… y ya está. No tiene elevalunas eléctricos, no tiene espejos de ajuste eléctrico y ni siquiera tiene dirección asistida. No hay reposacabezas en los asientos traseros y las llantas de chapa de 14 pulgadas están embellecidas con tapacubos. Por menos de 200 euros calzarás las cuatro gomas del coche, en medida 165/65 R14.
Aunque en verdad, es un coche al que no hace falta hacerle nada: sus neumáticos están en un estado impecable, y tiene hechos sus mantenimientos, además de contar con libro de revisiones. Otro detalle que me llama la atención es que la moqueta del coche es de color azul, al igual que sus cinturones de seguridad. En las últimas series se aprovechaba el material sobrante de otras versiones, y parece que aquí hubieran empleado la moqueta azul de un Peugeot 106 Rallye – el fondo de las esferas de su instrumentación es del mismo color.
Sea como fuere, me parece un excelente primer coche, o ideal para alguien que quiera un coche que no dé quebraderos de cabeza, y que pueda circular aun durante años. Esta deliciosa y espartana cápsula temporal está a la venta en Asturias, por 4.995 euros.