Hubo un tiempo en que monovolúmenes como el Citroën Xsara Picasso dominaron el mercado. Sus cualidades prácticas lo convirtieron en el coche familiar por excelencia, desbancando al sedán, y hasta que los SUV arrasaron en todos los segmentos. Pero por definición un monovolumen nunca fue un automóvil, al menos inicialmente, de vocación pasional.
Es por eso que sentimos verdadera fascinación por proyectos como el que ilustra este artículo, el Citroën Xsara Picasso «Cup» diseñado por Sbarro.
El estudio fundado por Franco Sbarro, que tuvo a bien transformar un Ferrari en un compacto, decidió a comienzos de siglo transformar un práctico monovolumen como el Citroën Xsara Picasso en un deportivo de altos vuelos con alas de gaviota.
El Citroën Xsara Picasso más extravagante
Sbarro puede presumir de un largo historial de transformaciones y prototipos espectaculares, futuristas y, quizás, extravagantes (os recomiendo visitar la recopilación de la página web de Philippe Calvet), entre los cuales los monovolúmenes han sido uno de sus fetiches, con diferentes modificaciones sobre la base del primer Renault Mégane Scénic, o el propio Citroën Xsara Picasso que nos ocupa.
Aunque la transformación más exótica, la que más llama la atención de este Citroën Xsara Picasso, sea la de sus puertas estilo alas de gaviota, pareciéndose mucho a las del Tesla Model X, a bordo incluye una preparación muy completa, con asientos deportivos dotados de arneses y una jaula de seguridad completa.
Entre otras extravagancias, este exótico Xsara Picasso incluye defensas ensanchadas y una rueda de repuesto, visible, tras el portón trasero.
250 CV de potencia bajo el capó
Bajo el capó no escondía algo tan bestia como el motor V10 de la famosa Renault Espace F1, pero como se aprecia en el vídeo que os mostramos en este artículo de la prueba, su motor de cuatro cilindros, 16 válvulas, que entregaba 250 CV de potencia en el eje delantero, parece más que suficiente para conseguir que este Xsara Picasso fuera un vehículo realmente rápido y divertido.
Sorry, I know you’re busy, just wanted to remind you that the Sbarro Picasso Cup existed pic.twitter.com/FHDO1W5tRl
— 𝔻𝕒𝕟𝕚𝕖𝕝 𝔹𝕖𝕧𝕚𝕤 (@denialvibes) March 8, 2022
Evidentemente, jamás acabaría llegando al mercado nada parecido a este vehículo que quedaría tan solo en un divertido y extravagante prototipo.
Cuando Renault intentó mezclar un Espace con un Fórmula 1
Como os decíamos, el de Sbarro no es el único proyecto que trató de crear un deportivo de altos vuelos partiendo de un monovolumen. Uno de los proyectos más sonados, al que ya hacíamos referencia en este artículo, fue llevado a cabo por Renault en los años noventa. Por aquel entonces, Renault decidió que era una buena idea transplantar en un Renault Espace el motor V10 del Williams-Renault de Fórmula 1, consiguiendo nada más y nada menos que 800 CV de potencia.