En 2012 tuvimos la ocasión de probar, por primera vez, un vehículo atípico, extraño, que Renault presentó como la solución ideal para la movilidad urbana. He de reconocer que me costó comprender que tuviera sentido un vehículo como el Renault Twizy. Era pequeño y práctico en la ciudad, pero su carrocería abierta, y su precio, nos hacían preguntarnos por qué iba a ser más práctico que un ciclomotor, cuando este es más asequible y más sencillo de aparcar y de maniobrar entre el tráfico. Las últimas novedades que han presentado marcas como SEAT y Citroën nos hacen pensar que Renault tenía razón y que el Twizy, tal vez, fue un adelantado a su tiempo.
Del Renault Twizy al Citroën Ami One Concept
Estamos en 2019, y todo apunta a que aquella decisión que tomó Renault está marcando el rumbo de marcas como Citroën y SEAT, que ahora están convencidas de que esa filosofía del cuadriciclo ligero y eléctrico tiene sentido. Citroën nos sorprendía estos días con un cuadriciclo completamente carrozado y cerrado, que aunque físicamente no se parezca demasiado al Twizy de Renault, sí que hace suya la filosofía del Renault.
Citroën ha llegado a definir este prototipo, que llegará a producción, como el coche que «quiere hacer que la movilidad urbana sea accesible, como el 2CV hizo la movilidad accesible para todos los públicos». Citroën pone el foco, sobre todo, en soluciones de movilidad como el coche compartido. El vehículo que lancen basado en este prototipo muy probablemente se convertirá en el que utilicen en servicios de coche compartido como emov.
Del Renault Twizy al SEAT Minimó
SEAT ha tenido menos reparos a la hora de diseñar un vehículo que es clavado al Renault Twizy. Como el Renault, cuenta con ejes que sobresalen de la carrocería, pero a diferencia del Twizy sí cuenta con puertas que cierran por completo el habitáculo. SEAT, de nuevo, ve a este prototipo, que de momento están valorando producir, como la solución ideal para ofrecer servicios de movilidad, que van del propio coche compartido, a chóferes «robóticos» que transporten al usuario en un coche autónomo, pensando en un futuro aún más lejano.
Lo que nos preguntamos ahora que el Renault Twizy ya ha dejado incluso de fabricarse en Valladolid, es si Renault estará considerando dar una segunda oportunidad a este vehículo. Renault, como otros fabricantes, y como Citroën y SEAT, también se encuentra inmersa en importantes proyectos en pos del coche eléctrico, y de la movilidad. Y retomar la idea del Renault Twizy, ya sea para dar una segunda oportunidad a este cuadriciclo en el mercado particular, o para sus flotas de coches compartidos, parece, más que nunca, una idea con mucho sentido.