La polémica está servida. Aprovechando el Salón de Shanghai la marca china ORA, parte del gigantesco grupo de Great Wall Motors, presentó en sociedad el Punk Cat. Bajo este nombre tan peculiar se encuentra un coche eléctrico de aspecto retro. Un aspecto retro que muy posiblemente te recuerde de forma poderosa a cierto coche alemán. Sí, está fuertemente inspirado en el Volkswagen Beetle. Los parecidos razonables entre ambos coches han incluso llevado al equipo legal de Volkswagen a plantear el inicio de acciones legales contra Great Wall.
Ya sea un coche inspirado en el Volkswagen Beetle clásico o en el Beetle moderno – que Volkswagen comercializó hasta el año 2019 – lo cierto es que esta noticia no nos sorprende demasiado. Los fabricantes chinos siguen lanzando vehículos fuertemente inspirados en vehículos occidentales, y en algunos casos, copias absolutamente descaradas. ¿Por qué es complicado luchar contra estas copias? Aunque China se adhirió al Convenio de Berna para la protección de la propiedad intelectual en 1992, las copias chinas de coches occidentales no dejan de repetirse.
Existe una cierta sensación de impunidad por parte de los que perpetran este tipo de copias. Las leyes chinas son complejas, dichos coches son vendidos exclusivamente en el mercado local y en muchas empresas, el Gobierno del país es accionista de muchas de ellas. Además, ligeras variaciones en el diseño pueden desestimar la mayor parte de demandas judiciales. No obstante, marcas como Jaguar Land Rover han conseguido en 2019 que el fabricante chino Land Wind retirase de mercado el X7, una copia flagrante del Range Rover Evoque.
Una ardua batalla legal de tres años, ante un caso obvio de violación de la propiedad intelectual. En cualquier caso, una vez puestos en contexto, vamos a ver qué propuesta ofrece el ORA Punk Cat. Su diseño frontal es casi calcado al del Beetle, tanto en sus ópticas como guardabarros sobredimensionados. Aunque es un coche más largo y de cinco puertas, su zaga también está claramente inspirada en el Escarabajo. Fijaos en los paragolpes: tratan de copiar de forma casi directa las defensas de acero de los Beetle más clásicos.
Aunque el habitáculo presenta un diseño mucho más moderno, con pantallas de gran tamaño para el sistema de infotainment y una instrumentación digital, dicha instrumentación digital imita el reloj de los antiguos Escarabajo, al igual que sucede con el aro del volante. Bien pensado, podrían haber imitado algo más al coche de Volkswagen: los detalles en color dorado, la presencia ubicua de superficies hápticas, sus materiales transpoarentes y los toques de color rojo presentan un cuadro difícil de digerir. Por decirlo suavemente.
Por el momento, Volkswagen solo ha comunicado que comprueban toda violación de derechos de propiedad industrial, y que se reservan el derecho de iniciar acciones legales. Una forma suave de decir que no están contentos con el movimiento. Teniendo en cuenta que Volkswagen es la marca más vendida en China y que cuenta con varias joint-venture con varios fabricantes chinos, es de esperar que los tribunales den la razón a los alemanes. Por otra parte, un acuerdo extrajudicial podría lograr que la sangre nunca llegue al río. El tiempo lo dirá.
Por su parte, tanto ORA como Great Wall guardan silencio. En su literatura de marketing puede leerse que «el Punk Cat es una máquina del tiempo» y que ofrecerá a sus conductores senteimiento «nostálgicos». Great Wall ha firmado recientemente un acuerdo con BMW para fabricar vehículos de la marca MINI en China, basados en plataformas desarrolladas por ORA.
Fuente: Carscoops