Ayer mismo conocíamos la existencia de la Operación Countdown, una investigación que se ha saldado con más de 100 detenidos, acusados de manipular el kilometraje de más de 1.000 coches. Una estafa de cuatro millones de euros y una manipulación de 165 millones de kilómetros. Coches cuyo valor real era muy inferior al valor por el que fueron vendidos, a particulares o empresas que creían que estaban comprando un coche mucho menos gastado. ¿Es posible evitar estas «patatas calientes» con ruedas? ¿Cómo puedo evitar la compra de un coche con los kilómetros alterados? ¿Cómo puedo detectarlo?
En su momento publicamos un artículo hablando largo y tendido sobre esta compleja problemática, que afecta como es obvio, sólo a los coches adquiridos en el mercado de segunda mano. A todos nos encantan los chollos, pero una de las primeras banderas rojas suele ser el precio del coche. Un precio anormalmente bajo en relación a la edad y kilometraje del coche debería hacer hacer que empezáramos a sospechar. Si el precio de mercado de un Audi A3 2.0 TDI del año 2008 con 150.000 km, es de 8.000 euros, ¿por qué este Audi A3 2.0 TDI del año 2008, con 150.000 km, cuesta sólamente 5.500 euros?
En la compra de un coche de segunda mano es vital hacer una prueba del coche. Esta prueba de conducción no debería ser impedida por ningún vendedor, sea particular o profesional. Al volante del coche podrás comprobar el desgaste de volante o palanca de cambios, los crujidos de los plásticos o la holgura de los mandos mientras lo conduces. Aunque puede ser difícil de detectar y los estafadores más avispados son capaces de hacer que un coche con 700.000 km parezca casi nuevo – pueden retapizar el volante, o cambiar sus asientos – no son capaces de esconder el kilometraje del coche de todos sus componentes mecánicos.
Por ello, siempre es una buena idea revisar a conciencia el coche que tienes la intención de comprar. Y por revisar a conciencia quiero decir, acudir a un taller donde un profesional lo montará en un elevador, comprobando el estado de todos sus componentes. Esta revisión pre-compra es recomendable en cualquier operación de compraventa de un vehículo, ya que podría incluso detectar problemas o averías de los que ni comprador ni vendedor podrían ser conscientes. Si el vendedor se niega a la realización de esta prueba mecánica, no compres ese coche. Un vendedor honesto no debería tener nada que esconder.
Otro punto imprescindible en cualquier coche de segunda mano que vayas a adquirir – ya sea a particular, o a empresa – es revisar a conciencia toda su documentación. Es decir, revisar que su kilometraje coincida con el de la ficha técnica, que no haya incoherencias en los kilometrajes de sus ITV. No todos los coches tendrán su libro de revisiones sellado, pero debería estar al menos presente en cualquier coche de gama alta o cierto precio. Por solo 8 euros, con la matrícula del coche, podrás sacar en la DGT un informe del vehículo. En él se detalla el kilometraje de su última inspección.
Este informe también nos dirá si el coche tiene alguna reserva de dominio, ha estado embargado, o si tiene todas sus obligaciones legales al día. Si compras un coche que no está al día de su viñeta – el Impuesto de Circulación – tendrás problemas para ponerlo a tu nombre. Por último, no olvides que debes ser aún más cauteloso con coches de importación. Todos los mecanismos legales que acabamos de describir funcionan bien con coches de origen nacional. Es mucho más difícil saber el kilometraje de un coche importado del que no se pueden sacar informes de tráfico o se desconoce su matrícula original.