En un mundo donde predomina la autobesidad, hay muchas personas que prefieren justo lo opuesto, coches pequeños o microcoches, pues piensan que son mucho más prácticos. Dentro de los microcoches, hay uno que destaca por ser el más pequeño del mundo y al cual le vamos a dedicar este post: el Peel P50.
Un coche que mide menos de metro y medio
Efectivamente, es un coche que mide menos de un metro y medio, concretamente mide 1,37 metros de largo y 1,04 metros de ancho. Para que te hagas una idea, el Fiat 500 actual mide unos 3 metros y medio, el Peel P50 es prácticamente la mitad.
Este coche surge en la década de 1960 de las manos de la Peel Engineering Company, en Isla de Man. Esta empresa se dedicaba principalmente a fabricar motocicletas y scooters, pero debido a la creciente congestión del tráfico y la urbanización, decidieron fabricar coche pequeños y económicos como este.
Un diseño distinto que atrae las miradas
Claro, al ser un microcoche, lo que más llama la atención de él es lo compacto que es. Sin embargo, tiene otras cosas que también lo hacen diferente.
Al ser un coche tan pequeño, solo tiene capacidad para transportar a una persona. Además, solo tiene tres ruedas que le ayudan a tener una estabilidad adecuada a su tamaño y diseño, y que permiten maniobrar de forma ágil y eficiente en entornos congestionados.
Como decimos, es un coche que está diseñado para conducir por entornos urbanos ya que su tamaño y su maniobrabilidad le permiten circular por calles estrechas y congestionadas, así como estacionarse en espacios muy reducidos.
Un coche muy eficiente
El Peel P50 cuenta con un modesto motor de dos tiempos que ofrece unos 4,2 caballos de fuerza y que le permite llegar a unos 61 kilómetros por hora. Perfecto para hacer desplazamiento cortos por la ciudad.
Su carrocería está fabricada en fibra de vidrio, eso ayuda a que el peso del coche sea muy ligero y afecta positivamente al consumo de combustible.
Gracias a que el motor es pequeño y el peso del coche en general es ligero, el coche es perfectamente capaz de recorrer largas distancias con muy poco combustible, lo que lo convertía en una opción bastante económica.
Pequeño pero caro
Aunque la intención cuando se fabricó era que fuese un coche económico, ahora mismo estamos ante un coche que cuesta mucho dinero.
Esto se debe a que es un coche rarísimo y es muy buscado entre los coleccionistas. Obviamente, el precio varía según la condición en la que se encuentre el vehículo, su historial de mantenimiento y otros factores. Pero aún así, en algunas subastas el Peel P50 se ha vendido por más de 130 mil euros.
Para muchos coleccionistas, no solo es una pieza muy valiosa si no también una inversión ya que se espera que, conforme pase el tiempo, el precio del coche aumente.