La renta media anual de los españoles (12.292€) ya está por debajo de lo que cuesta el Dacia Sandero más barato (12.590€). Prácticamente se pueden contar con los dedos de una mano los coches nuevos que aún se venden por menos de 12.000€. Los precios de los coches nuevos se han disparado y el precio medio que estamos pagando al comprar un coche nuevo (22.755€) se acerca peligrosamente a la renta media anual de las familias (30.690€).
Si miramos el mercado de ocasión la situación no es mucho más halagüeña. La falta de oferta de automóviles y las largas listas de espera que ha provocado la escasez de semiconductores ha provocado que el precio de los coches de segunda mano, sobre todo los seminuevos, también se dispare. Algunos coches de segunda mano están vendiéndose a precio de coche nuevo, incluso con decenas de miles de kilómetros y varios años de antigüedad.
Para muchas familias, la única posibilidad de tener un coche pasa por mantener su antiguo coche, o relegarse a comprar un coche mileurista que, con muchos años, y muchos kilómetros, cumpla su cometido y cubra sus necesidades con un presupuesto muy ajustado. Incluso en estos coches de segunda mano, los más baratos, los más antiguos, los más rodados, los precios ya han comenzado a subir.
El peligro de caer en los coches mileuristas
En 2020 lanzábamos un artículo, para muchos controvertido, que hoy resulta casi premonitorio, alertando del peligro de caer en los coches mileuristas, al que nos dirigíamos por la crisis económica provocada por la irrupción de la pandemia de la COVID-19. La pandemia se ha superado, los empleos comienzan a recuperarse. Pero de nuevo se ha desatado la tormenta perfecta para incurrir en lo que, insistimos, puede ser un auténtico problema.
Los precios de los combustibles disparados, los empleos y los salarios se recuperan, pero la inflación expolia nuestro poder adquisitivo, con una subida del Índice de Precios al Consumo (IPC) que ya se ha situado en el 8,7% interanual.
Ahora, más que nunca, con los precios de los coches nuevos aumentando, con la desaparición de los coches nuevos más baratos y con el mercado de segunda mano en plena burbuja, debería preocuparnos que la única alternativa posible para muchos españoles sea caer en el coche mileurista.
Coche mileurista no, necesariamente, significa coche peligroso
Desde estas líneas queremos destacar que el mero hecho de que un coche sea muy antiguo, tenga muchos kilómetros, o cueste muy poco en el mercado de ocasión, no es necesariamente peligroso, de hecho, en plena pandemia os contábamos también por qué el coche mileurista es interesante. El que escribe estas líneas se mueve en un coche muy antiguo y con muchos kilómetros y se mueve y se moverá por placer – ojalá que por mucho tiempo – en coches muy antiguos, con muchos kilómetros, y muy baratos. Y precisamente por eso, y por esta pasión que nos une al mundo de las cuatro ruedas y hemos convertido en profesión, somos conscientes de lo cuidadosos que hemos de ser con el mantenimiento de un coche entrado en años, lo rigurosos que debemos ser con su utilización y con todo aquello que respecta a elementos críticos para la seguridad.
A este artículo le seguirán otros muchos, en los que desde nuestra experiencia nos gustaría contar a nuestros lectores por qué es tan importante preocuparnos del mantenimiento y de la seguridad de nuestros coches, especialmente si son muy antiguos.
Os hablaremos de coches que, no por mileuristas, son menos interesantes, de cómo cuidarlos, de a qué sistemas y componentes debemos prestar especial atención, y de cómo conseguir que la necesidad que nos ha podido llevar a tener un coche antiguo se traduzca en pasión y en conocer mejor a nuestro compañero de viajes.
Un coche mileurista requiere, mucho más que uno nuevo, de conductores responsables
Y esto nos lleva a la situación más peligrosa e indeseable para todos. Que la coyuntura económica actual, la inflación del automóvil – nuevo y de segunda mano – no solo nos lleve al envejecimiento de los coches con que compartimos la vía pública, sino también a que las carreteras se llenen de coches que, además de antiguos, presenten carencias de mantenimiento, o en elementos críticos para la seguridad.
Porque estaremos todos de acuerdo en que, por desgracia, no todos los españoles somos, ni necesitamos serlo, de los que cada mes revisamos las presiones, de los que cambiamos los neumáticos antes de que lleguen al límite legal, de los que decimos a nuestro mecánico que nos revise el coche de arriba a abajo y no escatimamos en sustituir cualquier componente que comience a presentar problemas, de los que vemos a la ITV como un instrumento esencial para nuestra seguridad y no un mero sacacuartos.
El coche mileurista, un problema para la DGT, y para la agenda medioambiental
Intentamos convencernos de que un coche antiguo es seguro y, efectivamente, en manos de un buen conductor no tiene por qué ser inseguro. Pero no se puede obviar lo importantes que han sido todos los avances que equipan los coches modernos, y de los que carece un coche mileurista, y de cómo han contribuido a evitar accidentes de tráfico, o a que las consecuencias para los pasajeros de un accidente se minimicen notablemente.
Y cuando escribo estas líneas me acuerdo de la última vez que se me cruzó un coche que se saltó un Stop y el coche que conducía frenó por mí para evitar que me arrollasen. O de la última vez que comenzó a llover y en una rotonda vi cómo parpadeaba el control de estabilidad, mientras mi coche mantenía la trayectoria. O del accidente del que fui testigo hace unos meses, en el que un coche perdió el control a gran velocidad y arrolló a los dos coches que me precedían, parados en un semáforo, y en el que tres vehículos quedaron destrozados y fueron declarados siniestro total, pero sus ocupantes salieron por su propio pie y no tuvieron que ser hospitalizados.
Ojalá estemos muy equivocados. Pero la coyuntura económica, y la situación del mercado del automóvil, tendrán consecuencias negativas para la seguridad vial. Y la Dirección General de Tráfico debería estar preparada para ello.
Y es evidente que, en un momento en que la cuestión medioambiental se ha convertido en una de las principales preocupaciones, el hecho de que los conductores alarguen la vida de sus coches y el mercado de segunda mano tenga sitio para los coches más antiguos, que no híbridos, microhíbridos, híbridos enchufables, ni mucho menos eléctricos, ni dispondrán de los sistemas anticontaminación más avanzados que equipan los coches modernos, el auge de los coches mileuristas será una piedra en el camino para unas autoridades que abogan porque compremos coches más eficientes.
Como os decíamos anteriormente, trataremos de seguir analizando la situación del mercado del automóvil, las causas que están provocando el incremento de precios, sus consecuencias, y las alternativas de que disponemos los conductores.
Mientras tanto, os recomendamos leer los artículos en los que os contamos cómo se ha disparado el precio del automóvil, por qué los coches se están convirtiendo en un bien de lujo, e incluso un caso concreto de inflación del automóvil en el que vemos cómo muchos coches han incrementado su precio en varios miles de euros.