En un mercado cada vez más influenciado por la electrificación y condicionado por la inflación, es complicado encontrar un coche tradicional con unas buenas prestaciones y un buen comportamiento dinámico, pero que sea polivalente, a un precio razonable. Cada cual puede entender lo que quiera por dicho término y ponerle una cifra, si bien, para mí, significa un coste de adquisición justo por aquello que se recibe.
Aunque aún es posible encontrar modelos divertidos asequibles como el Suzuki Swift Sport o el Mazda MX-5, se trata de coches excesivamente pequeños o poco prácticos para un cliente que, con un presupuesto de 30.000 euros, considera la compra de un primer coche y no sólo de un “juguete”. Además, sólo el primero de los ejemplos anteriores cuenta con sobrealimentación para obtener sensaciones más explosivas. Sin embargo, su potencia es escasa y su sistema de propulsión microhíbrido.
Hyundai i20
Con la triste desaparición del Fiesta ST en la gama de producto de Ford y el descomunal incremento que ha sufrido la tarifa base del Volkswagen Polo GTI, actualmente sólo hay un utilitario de alto rendimiento con un precio asumible. Hablamos del Hyundai i20 N, un “hot hatch” del segmento B con un diseño controvertido, un motor plausible y una puesta a punto del chasis a la altura de los mejores compactos deportivos.
Un automóvil versátil, de calidad, purista y con 204 CV, definitivo para “petroheads”
Si eres un entusiasta de los coches rápidos, pero sólo puedes permitirte uno y que, además, sea práctico y económicamente accesible, debes saber que el i20 N está a la venta por 31.640 euros, cantidad que disminuye hasta los 28.240 euros si se aplican campañas comerciales de descuento por financiación. Por ese dinero se obtiene un turismo de aspecto original con 4,07 metros de longitud, cinco puertas, cinco plazas y un maletero muy capaz para la categoría en la que compite, pues ofrece 352 litros.
Este Hyundai lleva instalado un propulsor turboalimentado de gasolina con cuatro cilindros en línea y 1,6 litros de cubicaje que desarrolla un máximo de 204 CV de potencia y 304 Nm de par. Se acopla a una caja de cambios manual de seis relaciones que transmite toda la fuerza a las ruedas delanteras. Gracias su ligereza, pues sólo pesa 1.265 kg, lo anterior le concede acelerar de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos y alcanzar una velocidad punta de 230 km/h. Pese a ello, su consumo medio homologado es de 7,0 l/100 km, relativamente ajustado.
En cuanto a su equipamiento, de serie ya dispone de seis airbags, casi todas las ayudas a la conducción que existen para esta clase de vehículo, faros completamente de LED, frenos de grandes dimensiones, diferencial autoblocante, sensores de aparcamiento con cámara trasera, pedales de aluminio, asientos deportivos con tapicería mixta, audio firmado por BOSE, climatizador, llantas de 18 pulgadas y un sistema multimedia moderno con pantalla táctil de 10 pulgadas, entre otros. Sus acabados sorprenden.