Las guerras, aunque nos pillen lejos, siempre nos salpican de una manera u otra, ya lo vivimos con la gasolina y el gas con la guerra en Ucrania. Claro, nada de lo que nos pase podrá compararse con la perdida de las millones de vidas que una guerra causa. Pero como decimos, siempre nos afecta de alguna forma. En este caso, uno de los afectados es el sector automovilístico, tanto que algunas empresas han tenido que parar su producción.
Tesla y Volvo paran su producción por los conflictos en el mar Rojo
Los barcos de mercancías que cruzaban por el mar Rojo han tenido que desviar su ruta debido a los ataques por parte de los hutíes de Yemen como respuesta a la guerra de Israel contra Hamás en Gaza. Estos buques no pueden parar por el canal de Suez, una de las rutas comerciales más importantes.
Por este motivo, Volvo ha tenido que parar la producción de su planta en Bélgica, donde se produce el Volvo XC40, estiman que la producción se parará durante 3 días. Tesla por su parte, detendrá la producción en la gigafactoría de Berlín desde el 29 de enero hasta el 12 de enero. El por qué de los parones, se debe a el desvío que tienen que tomar los barcos, el cual hace que la entrega de componentes se retrase.
Retrasos que suponen subidas de precio en los coches
Obviamente, los barcos con la mercancía no pasarán por el canal de Suez, la mejor ruta para ir de Asia a Europa, por lo tanto, tienen que buscar otra ruta que les permita entregarla. En este caso, la ruta que les queda es viajar a través del sur de África, lo que hace que la mercancía tarde unos 10 días más en llegar que si tomasen la ruta habitual.
Y esto tiene un impacto directo en los precios debido a que se necesita más combustible para que el barco pueda hacer el viaje y entregar la mercancía. Se estima que el combustible cuesta casi un millón de dólares más si se toma esta ruta alternativa.
Carburante que cobrarán a las marcas y que tendrán que recuperar subiendo el precio de los coches que compraremos en un futuro. Y, conforme más duren los conflictos, más problemas habrá a la hora de transportar los componentes y más subirán los precios.
Otras marcas aseguran que no tendrán estos problemas
Marcas como Volkswagen dicen que no tendrán problemas en su producción debido a los conflictos en el mar Rojo. BMW y Renault tampoco preven parones en sus producciones.
El grupo Stellantis, que sí se huele que este conflicto puede afectarle, ha decidido buscar otro medio de transporte para no tener que parar la producción, el avión. De esta forma podrán asegurar que los envíos llegan a tiempo y que no habrá ningún problema.
De todas formas, los coches que más se verán afectados serán los eléctricos, ya que la mayoría de los componentes de sus baterías vienen de Asia. El conflicto podría hacer que hubiese muchos retrasos en la fabricación de estos. Los coches de combustión interna, en principio, no tendrían tantos problemas en su fabricación.