Con base en los avances sobre inteligencia artificial, sobre las nuevas tecnologías de conducción autónoma y sobre los actuales sistemas de seguridad activa, es más que probable que, en menos de un lustro, la inmensa mayoría de fabricantes implementen toda una revolución en sus plantas para hacerlas más eficientes con una modificación mínima de sus infraestructuras. Se trata de una mejora que posibilitará que los automóviles abandonen sus líneas de montaje por sí mismos, sin apenas intervención humana.
Hoy en día, cuando la construcción de un vehículo finaliza, un operario ha de conducirlo hasta un lugar donde se comprueba el funcionamiento de algunos de sus elementos y componentes para, más tarde, almacenarse hasta ser transportado hasta su destino. Gracias al mencionado progreso técnico, será posible prescindir de tal labor, reubicando los empleados en puestos de trabajo que añadan más valor al producto o a la rentabilidad del mismo.
Ford, a la cabeza de la automatización de los centros productivos con E-SELF
Posiblemente, la compañía más aventajada en este sentido sea la americana Ford que, según ha comunicado, ya ha realizado ensayos en sus instalaciones de Colonia, al oeste de Alemania. La firma del óvalo asegura que, más allá de la evidente eficiencia de este procedimiento, al que ha bautizado como E-SELF, se puede garantizar un mayor nivel de seguridad para el personal de la fábrica. Por supuesto, siempre deberá de haber alguien controlando que no se produce ningún error.
A pesar de no haber nadie al volante, Ford dice que sus coches serán capaces de asistir de manera 100% autónoma a los exámenes finales, de estacionar por sí solos y, en caso de ser eléctricos, de autorrecargarse en los terminales destinados a ello. Pero los resultados de sus investigaciones en colaboración con un instituto experto, las cuales continúan a través de su proyecto, van aún más lejos y apuntan a reducciones de costes que bien podrían significar precios más competitivos para el cliente final.
Una iniciativa que forma parte de la renovación de la empresa en Europa
De cara a 2026, Ford planea poner en circulación la friolera de 600.000 vehículos totalmente eléctricos cada año. Su apuesta en el Viejo Continente, de la que España y su factoría de Almussafes (Valencia) tendrán un papel protagonista, tiene como objetivo que la empresa sólo venda BEV en 2030. En la planta germana ya se han invertido 2.000 millones de euros para iniciar el ensamblaje de esta clase de automóviles desde el año 2023.
