Hace pocos días, Faconauto, la patronal que integra las asociaciones de concesionarios oficiales de fabricantes de coches en España, publicó una serie de datos preocupantes para el sector del automóvil europeo. Una vez más, la noticia tiene que ver con el auge de Oriente en lo que está dejando de ser un bastión industrial para el Viejo Continente.
En 2024, 2 de cada 10 vehículos eléctricos vendidos en Europa ya son de origen chino
Según fuentes de Jato Dynamics a las que ha accedido el colectivo en cuestión, un 20% de los vehículos eléctricos matriculados en Europa durante febrero de este mismo año fueron fabricados en China, país que lidera la construcción mundial de esta clase de productos. Además, ya es el tercero que más BEV coloca en nuestras latitudes.
Las ventas de coches «Made in China» demostraron un aumento interanual del 45% en ese mismo periodo a pesar de que los híbridos enchufables se desplomaron un 62% y que los 100% eléctricos ya no son el principal impulsor del crecimiento del mercado de esta región del planeta: los modelos de gasolina están recuperando su terreno perdido.
China muerde donde más le duele a una Europa, el coche eléctrico que tanto le gusta
Sobre el total de automóviles procedentes de esa nación asiática que terminan en las calles europeas, los BEV, que es donde las marcas están invirtiendo más, representan el 61%, al tiempo que los diésel apenas representan el 15%. Es decir, los chinos son más fuertes sobre una tecnología incipiente, pero por la que la misma Europa ha apostado.
La UE, que abarca la mayoría de los mercados más grandes del continente, ha decidido que el sistema de propulsión del futuro es aquel en el que los chinos son líderes, pues controlan la cadena de suministro de baterías desde la minería, tienen más experiencia en su creación y, en 2024, invierten más que nunca en investigación y desarrollo.
Sorpresa: un pequeño porcentaje de los coches «Made in China» son de marcas chinas
Más allá de lo que, a todas luces, se trata de una estrategia geopolítica fallida por parte de la UE en términos industriales y económicos, lo más llamativo es que las marcas de origen chino sólo representaron el 16% de las matriculaciones de vehículos fabricados en China. Es decir, el 84% de los coches «Made in China» son de firmas occidentales.
En palabras de analistas como Felipe Munoz, a los logotipos chinos todavía les queda mucho tiempo y esfuerzo para ocupar una parte importante del mercado europeo. No obstante, mientras sus frutos llegan, nuestras compañías les nutren de conocimiento y recursos mediante «joint venture», estudiando cómo mejorar su posicionamiento aquí.