Volkswagen ha celebrado hoy mismo una importante conferencia de prensa anual, en la que han detallado sus futuros lanzamientos y planes de producción. Ayer mismo tuvo lugar su presentación de resultados de 2018. En esta junta general, el presidente del Grupo Volkswagen – el señor Herbert Diess – anunciaba que la necesaria electrificación del Grupo Volkswagen y la llegada de los coches autónomos se cobrarán miles de empleos en la industria automovilística a medio y largo plazo. Una industria que cambiará para siempre, un cambio que vendrá acompañado de la pérdida de 8.000 empleos… solo en Alemania.
Dice el refranero popular que «cuando veas las barbas de tu vecino pelar, pon las tuyas a remojar». Durante su junta de accionistas la marca alemana anunció el lanzamiento de 70 modelos eléctricos en los próximos 10 años, un anuncio que debería mantener su rentabilidad en los actuales niveles: en 2018 el Grupo Volkswagen obtuvo un beneficio neto de nada menos que 11.250 millones de euros, un 6% más que en 2017. Pese a estas excelentes cifras económicas, Herbert Diess anuncia que se redoblan los esfuerzos de reducción de costes, con el objetivo de mantener contentos a sus accionistas.
No se andan con rodeos: admiten que el esfuerzo de producir un coche eléctrico es un 30% inferior al de un coche de combustión – el coste en horas-hombre, se entiende. A raíz de ello, anuncian el recorte de entre 7.000 y 8.000 empleos en sus fábricas alemanas hasta el año 2024. La mayor parte de empleos son de corte administrativo y en principio no se producirán despidos: se articularán en un plan de jubilaciones anticipadas – el consorcio alemán ha prometido garantizar el empleo en sus fábricas alemanas hasta 2025. Estos empleos no serán renovados con nuevas contrataciones.
Una de cal y una de arena: aunque hasta 11.000 empleados podrán acogerse a planes de jubilación anticipada y dejarán de formar parte de su fuerza de trabajo, crearán 2.000 empleos de desarrollo técnico, orientados a desarrollo de electrónica y software. El grupo alemán invertirá 19.000 millones de euros en los próximos cuatro años en el desarrollo de coches eléctricos y autónomos. Una enorme apuesta que tiene como denominador común a su nueva plataforma MEB. La producción de coches eléctricos se centrará por el momento en Alemania, pero en algún momento llegará también a las instalaciones españolas del Grupo Volkswagen.
Los anuncios de reducción del empleo se centran por el momento en las instalaciones alemanas del Grupo Volkswagen. Estos cambios irán extendiéndose a otras fábricas en un futuro: con la llegada del coche eléctrico los costes de producción y ensamblaje se reducirán a nivel de mano de obra, debido a su mayor sencillez. Pensad en todos los componentes mecánicos de un coche moderno. Si se elimina de la ecuación un motor de combustión interna y una transmisión, la complejidad mecánica de un coche se reduce de forma notable. En estos momentos hay dos grandes fábricas del grupo alemán en España: Martorell y Landaben, de SEAT y Volkswagen respectivamente.
Galería de fotos del SEAT el-Born, el primer eléctrico de SEAT
Fuente: eldiario