Aunque Tesla es la referencia en el mundo de los coches eléctricos, y prácticamente todas las marcas han entrado en el mercado con propuestas similares aun con su propia personalidad, el futuro de los coches eléctricos urbanos podría ser muy diferente. Aunque no nos resultaría lejano, porque en realidad ya lo vemos en las calles en forma de patinetes eléctricos. Y es que todo podría pasar por los motores integrados en la rueda.
Un motor dentro de las ruedas, como en los patinetes eléctricos
El concepto del coche con el motor bajo el capó tuvo sentido cuando teníamos que introducir un gran motor, con su sistema de combustible, la transmisión, y buscar un equilibrio de pesos que hiciera que el vehículo fuera manejable. Hoy en día con los coches eléctricos, los motores eléctricos, y las baterías, todo cambia. Prueba de ello es el patinete eléctrico de Xiaomi copiado por miles y miles de marcas. Un aparato muy similar a lo que considerábamos un juguete, al que le añadieron un motor dentro de la rueda, y una batería dentro del patín inferior, para convertirlo en uno de los medios de transporte más ágiles que existe para la ciudad (con sus peligros incluidos).
¿Y si tomamos este mismo concepto y lo llevamos a un coche? Eso es lo que ha hecho Schaeffler, y ya ha comenzado a enviar a fabricantes de vehículos sus primeros motores integrados en ruedas para vehículos especialmente urbanos. Schaeffler es una importante empresa alemana dedicada a la fabricación de productos para automoción. Además, es la propietaria de Continental, por lo que el desarrollo de los motores dentro de ruedas probablemente está amparado también bajo la experiencia de ingenieros de la marca de neumáticos.
Pensado para uso urbano
Como es lógico, no podemos esperar altos rendimientos en este tipo de motores. No obstante, dentro de una llanta de 14 pulgadas (también en más grandes) es posible integrar el motor eléctrico, con rotor y estátor, la caja de cambios, y frenos mecánicos. El inversor eléctrico debe ser ubicado en el núcleo del vehículo, pero no es necesario que vaya alineado con el eje de las ruedas. Y uno solo puede controlar los motores de dos ruedas. Puede alcanzar una potencia pico de 60 kW, y una potencia nominal de hasta 26 kW, pudiendo funcionar en regímenes de voltaje de 48 a 400 voltios, dejando la puerta abierta a voltajes más altos en el futuro, lo que lo deja al mismo nivel que los coches eléctricos convencionales en términos de voltaje de funcionamiento, haciendo compatible las infraestructuras y baterías con el estándar actual.
La ventaja de tener los motores en las ruedas es que se reduce la complejidad mecánica, eliminando la necesidad de cambios de aceite, reduciendo las dimensiones del vehículo, haciéndolo más ágil, y permitiendo instalar baterías más grandes, o un espacio de almacenamiento que haría al vehículo perfecto para tareas de reparto, por ejemplo.
El fabricante de vehículos Jungo será uno de los que utilizará estos motores en vehículos urbanos destinados a tareas comerciales, aunque para la inmensa mayoría de desplazamientos podría convertirse en el concepto de vehículo ideal. Un patinete eléctrico convertido en coche.