La Unión Europea quiere alcanzar un objetivo de cero emisiones para los turismos nuevos de aquí a 2035. Pero este objetivo ahora mismo parece poco realista ya que, aunque los compradores de coches eléctricos ha aumentado, todavía son muchos los que tienen coches con motores de combustión interna y eso hace que las cantidades de CO2 no se reduzcan.
La cantidad de dióxido de carbono es la misma que hace 12 años
La agencia de auditoría de la Unión Europea dijo el pasado miércoles que los turismos de la Unión Europea todavía emiten la misma cantidad de CO2 que hace 12 años. Y esto se debe a que muchos de los coches que hay hoy en día en el parque automovilístico de Europa son de combustión interna.
Mientras los coches ICE no se vayan extinguiendo y más personas adopten los coches eléctricos como medio de transporte, las emisiones de CO2 no van a experimentar una reducción real. De hecho los coches de gasolina o diésel, todavía suponen casi las tres cuartas partes de las matriculaciones de vehículos nuevos, lo que dificulta mucho la transición a una movilidad completamente eléctrica.
Gran parte de las emisiones de CO2 son culpa de los turismos
Lejos de disminuir, las emisiones de gases producidas por el sector de transporte ha aumentado en los últimos 30 años. Es más, en 2021, representó el 23% de las emisiones totales de las emisiones de gases con efecto invernadero, de las cuales, más de mitad eran responsabilidad de los turismos.
En los últimos 10 años, las emisiones se han mantenido en el mismo nivel para los vehículos diésel y ha disminuido un 4,6% en los vehículos de gasolina. Sin embargo, la eficiencia de los motores de combustión se ven contrarrestados por el aumento de la masa de los vehículos y por motores más potentes, lo que hace que no haya disminuciones en las emisiones de gases notables.
Así que, como vemos, mientras siga habiendo coches que utilicen gasolina o diésel como combustible, será muy difícil que lleguemos en algún momento a cero en emisiones.
¿Un objetivo poco realista?
Como decíamos, la Unión Europea tiene el objetivo de llegar a las cero emisiones de aquí a 2035, pero teniendo en cuenta que las emisiones de CO2 son las mismas que una década atrás, no parece un objetivo muy realista.
Es cierto que el auge del coche eléctrico ha tenido lugar en los últimos años y que aún hay un proceso de adaptación importante, ya que a muchas personas todavía les surgen dudas con respecto a este tipo de vehículos, como la autonomía o el tiempo de repostaje.
A parte, la medida en la cual a partir de 2035 ya no se vendan coches de combustión interna también favorecerá el hecho de reducir las emisiones de CO2. Y esto es porque, básicamente, no nos quedará otra que comprar un coche eléctrico si queremos cambiar de coche. Pero es que será la única manera de conseguir que el parque automovilístico europeo se electrifique y conseguir frenar el cambio climático, si no, seguiremos comprando coches de gasolina o diésel.