De un tiempo a esta parte nos hemos acostumbrado a ver cómo el precio de los coches nuevos aumentaba de forma constante, pero este comportamiento no es nuevo. El ritmo de crecimiento no se remite a los últimos meses, sino a los últimos años: concretamente a los cinco últimos. Un período de tiempo en el que ningún fabricante, segmento o modelo se escapa a un incremento que ya alcanza el 19%.
Este es el principal dato que se extrae del estudio que ha llevado a cabo el Allgemeiner Deutscher Automobil-Club (ADAC), es decir, la asociación automovilística más poderosa de Alemania y la segunda más relevante a nivel global por detrás de la de Estados Unidos. El ADAC ha analizado el precio medio de los coches nuevos entre 2017 y 2022 y, aunque ha centrado el foco en lo que ocurre dentro de sus fronteras, afirma que las conclusiones son extrapolables al resto de Europa.
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Comprar un coche nuevo es, ahora, un 19% más caro que hace cinco años. Un aumento generalizado que es especialmente agudo en algunos segmentos como el de los coches urbanos: los precios de los modelos más asequibles del mercado han vivido una escalada del 44% desde 2017. La dificultad, cada vez mayor, a la hora de acceder a un coche nuevo ha provocado, a su vez, un fuerte aumento de los precios de los modelos de segunda mano penalizando a la mayoría de los compradores.
La explicación sencilla sobre la subida de estos últimos años la tenemos en la propia cadena de producción: el coste de diseñar, desarrollar y fabricar un coche es más alto y, en consecuencia, también su precio. Si ahondamos más en las causas encontraremos cinco razones que lo explican en detalle.
1. Las normativas
La evolución de las regulaciones ambientales está empujando a las marcas a electrificar sus gamas porque añadir sistemas de control de la contaminación (que ya son caros de por sí) no es suficiente. Equipar sus vehículos con un motor híbrido o sustituir el de combustión por un eléctrico es, todavía, más costoso. Es algo que se ve mejor con un ejemplo. El precio del Fiat 500 ha subido un 15% desde 2019 porque han sustituido su motor de gasolina de 69 CV por uno híbrido.
2. Versiones de entrada
Son muchas marcas las que han optado por eliminar de su gama las versiones de entrada de ciertos vehículos. Esto también contribuye al aumento de precios porque ahora los modelos de primera fila están mucho más equipados y, evidentemente, son más caros.
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3. Los semiconductores
Además de la electrificación, existe una escasez de semiconductores que ha dado continuidad a las interrupciones que han experimentado las líneas de producción desde la pandemia del coronavirus de 2020.
4. La Guerra de Ucrania
Desde febrero, la guerra en Ucrania ha provocado interrupciones en la cadena de suministro de varios fabricantes.
5. Energía
Dicho conflicto político ha desembocado en una fuerte subida de los precios de la energía y de las materias primas, que también tiene su parte de responsabilidad en el coste final del coche.
Comportamiento por segmentos y por modelos
El estudio del ADAC profundiza en el comportamiento de los precios en función del segmento: su principal conclusión es que cuanto mayor es el segmento, menor será la inflación. La razón es sencilla: los márgenes que extraen de los modelos más pequeños son menores porque tienen que ponerles un precio que siga resultando atractivo y asequible, mientras que el resto genera las mayores ganancias. Por ejemplo, el ADAC señala que los compactos han sufrido un aumento del 21,3% y los de lujo ‘sólo’ han crecido un 12,4% entre 2017 y 2022.
Centrando el foco en modelos concretos, el análisis nos descubre que el precio del Volkswagen Golf, uno de los coches más vendidos en Europa, ha crecido 3.000 euros desde 2020. El Dacia Sandero Stepway TCe 90 ha experimentado un incremento de un 19,9% mientras que el del Peugeot 208 BlueHDi 100 ha sido de un 15,2%. El BMW 116i es uno de los modelos cuyo precio menos ha subido y, aun así, su crecimiento ha sido del 11,3%.
Más allá de Europa
Este fenómeno no es algo exclusivo en Europa. En Estados Unidos, donde el mercado opera de manera diferente (impuestos, otros costes, mayor libertad para los distribuidores…), los analistas de Kelley Blue Book señalaron que el precio medio de los vehículos nuevos había batido un récord al experimentar un aumento del 11,9 % en un año y del 41,4 % respecto a las cifras de 2016.