Si tu coche es de 2008 tiene, como mínimo, quince años de vida. Esto quiere decir que debe pasar la ITV, obligatoriamente, cada año: en los vehículos con esta edad hay un error que se ha identificado con cierta frecuencia. Uno que es grave y que te impedirá recibir la pegatina de la inspección.
Los datos disponibles desvelan que el 82% de los coches superan este trámite con éxito. El resto presenta algún fallo: el 26% de ellos están relacionados con el alumbrado y la señalización. Si estos errores son leves, pasarás la ITV aunque quedarán reflejados en la ficha para que los solventes cuanto antes. Si tu vehículo tiene uno grave, el resultado de la inspección será desfavorable: el que presentan los coches de 2008 o posteriores no sólo es grave, también es bastante común.
El testigo MIL
Está protagonizado por el MIL (Malfunction Indicator Light). Sí, un símbolo de color amarillo con forma de motor que aparece en el cuadro de instrumentos: por su representación es, también, conocido como el testigo del motor. Cuando arranquemos el coche, se encenderá para volver a apagarse si todo va bien: si se queda fijo, nos estará informando de que existe un fallo indeterminado en el motor.
El problema que se oculta detrás de este testigo suele tener que ver con la inyección, la combustión o el sistema de alimentación. También puede estar relacionado con la válvula EGR, filtros de partículas, la Sonda Lambda, sensores RPM, catalizadores, caudalímetros, bujías… Sólo podrás saberlo consultando la centralita del coche.
¿Por qué el foco está puesto en los coches de 2008?
Aunque el fallo no comprometa el funcionamiento del motor o haya sido algo anecdótico, si el testigo motor está encendido no superarás con éxito la ITV porque es un defecto grave. Cabe pensar que cualquier vehículo que vaya a pasar la inspección con un aviso que indica que algo no funciona correctamente, no la pasará: así. ¿Por qué, entonces, hacemos énfasis en los modelos de 2008?
En los vehículos matriculados después de 2008 es obligatorio que, cuando arranquemos el motor, el testigo MIL se ilumine y, después, se apague. El técnico de la ITV verificará que así sea en el examen visual que hace a nuestro coche, pero si es anterior a esta fecha… no está obligado a realizar la comprobación.
La prueba OBD y la de gases
Si tu coche es de 2008 o posterior, además de este chequeo, deberá superar la OBD. El operario conectará el vehículo a la máquina de diagnosis: si hay algún problema relacionado con el testigo motor, lo detectará. Y si ha sido borrado o manipulado, sin haber reparado la avería que indica, también lo sabrá.
Tienes que tener en cuenta, además, que si está encendido, el coche no podrá ser sometido a la prueba de gases porque implica un sobreesfuerzo para su mecánica. Cualquiera de estas situaciones está catalogada como defecto grave y, por lo tanto, el resultado de la ITV también será desfavorable.