Como dice la canción, unos que vienen, otros que se van, la vida sigue igual. El año que se acaba ha sido muy movidito en lo que a lanzamientos se refiere. Un año de muchas novedades, de renovaciones, en ocasiones aceleradas por la importancia cada vez mayor que la tecnología está cobrando en la industria del automóvil. Un año en el que muchos fabricantes se han atrevido presentando su incursión en segmentos inéditos para ellos, sobre todo en lo que respecta a los crossover. ¿Pero qué hay de aquellos que nos dejaron? En 2016 también nos han dejado muchos productos que, salvo sorpresa, no regresarán. Y estos son 5 coches que, por desgracia, nos dejaron en 2016 para no regresar jamás.
Rolls-Royce Phantom
1. El BMW Z4 cierra una etapa, ¿cómo será el próximo Zeta?
Fin de ciclo para BMW y su roadster de referencia. A finales de los años noventa en BMW ya estaban trabajando en el sustituto del BMW Z3, un producto que por primera vez vislumbraba en BMW la idea de un descapotable biplaza, ligero, para todos los públicos y para todos los bolsillos. El primer BMW Z4, además, mantuvo la filosofía del roadster más tradicional, con un techo de lona retráctil y la posibilidad de configurar una carrocería de tipo coupé. Con esta, su segunda y última generación, BMW apostó por el techo rígido retráctil, que fusionaría la filosofía del roadster y el coupé de su predecesor.
Este verano salía de la fábrica el último BMW Z4. Y ahora solo queda esperar a un sustituto – por ahí apuntan a que su nombre será BMW Z5 – que compartirá plataforma y algunos componentes con el próximo deportivo de Toyota. Y es que recordemos que BMW y Toyota iniciaron hace años un prolífico acuerdo estratégico por el cual, por ejemplo, Toyota también emplea ya los motores diésel de BMW.
2. El Honda CR-Z se marcha para no volver, ¿fue un adelantado a su tiempo?
A día de hoy la idea de un coupé compacto con motor híbrido no parece nada descabellada. Pero lo cierto es que en 2007, cuando se presentó inicialmente como prototipo, la idea de un coupé híbrido parecía como mínimo muy atrevida. Y efectivamente lo era. El Honda CR-Z no consiguió convencernos del todo de las ventajas de emplear un motor híbrido y, sobre todo, de que esas ventajas justificasen su precio. Aterrizó en un segmento en el que prima la idea de un motor de gasolina pequeño y picante. Y una categoría en la que el objetivo del ahorro de combustible, que por otro lado no era tan apreciable en este Honda como en otros híbridos de corte familiar (véase el Toyota Prius), no era ni mucho menos una prioridad.
El Honda CR-Z además era poco práctico, con unas plazas traseras muy limitadas que prácticamente lo relegaban a ser un biplaza. Y en realidad su desaparición nos daría hasta lástima, en tanto pudimos pasárnoslo bastante bien conduciéndolo, especialmente por esa brillante idea de combinar una motorización híbrida con un cambio manual.
El último Honda CR-Z salió de la fábrica este año, aunque en España ya había abandonado los concesionarios hace tres años, en 2013.
3. La marcha del Mitsubishi Lancer EVO dejará un vacío que difícilmente podremos llenar
Con la producción de la última tirada del Mitsubishi Lancer Evo, 1.600 unidades de edición limitada, numeradas, y bajo la denominación Final Edition, nos quedamos huérfanos de uno de los deportivos más emblemáticos de las últimas tres décadas. Un auténtico coche de rallys con licencia de calle y un concepto que difícilmente otros fabricantes sabrán explotar. Por suerte aún nos queda un Subaru STI. Por desgracia, incluso el de Subaru tendrá que enfrentarse más temprano que tarde a una decisión muy dura, la de renovarse, o morir.
4. 68 años después se marcha el Land Rover Defender
No es país para viejos, y aún menos para los auténticos todoterreno. En Land Rover también se tomó una decisión muy dura, la de finalizar la producción de uno de los todoterreno más emblemáticos del mundo, el Land Rover Defender. Las normativas de emisiones, que obligaron a que el Defender tuviera que adaptarse en consecuencia en los últimos años, fueron la puntilla para un producto que requiere de una profunda renovación para adaptarse a los tiempos que corren. Una renovación que aún no tiene fecha, y ni tan siquiera confirmación oficial, aunque al menos parece estar entre los deseos de la marca británica.
Es posible que jamás volvamos a ver a un Land Rover Defender saliendo de las fábricas de Land Rover. Incluso, de producirse tal acontecimiento, no hay duda de que nos encontraremos con cambios notables en su filosofía, en su estética, en su mecánica y, sobre todo, en su dotación tecnológica, que será la verdadera clave de sus aptitudes todoterreno.
5. Raperos y estrellas del Rock: nos deja el Rolls-Royce Phantom Coupé
Ya han pasado 13 años – se dice rápido – desde la llegada de la última generación del Rolls-Royce Phantom. Y mientras Rolls-Royce trabaja en la renovación de su buque insignia, e incluso en un lanzamiento aún más atrevido, e intrigante, que pretende acercar a Rolls-Royce al segmento del SUV de lujo, el Phantom Coupé ha dejado de fabricarse. Los primeros Phantom en marcharse han sido los Rolls-Royce Phantom Coupé y Drophead Coupé.
Según Rolls-Royce, estos modelos con filosofía de Gran Turismo de gran lujo no tendrán sustituto. Entendemos que para Rolls-Royce ya es más que suficiente con tener en los concesionarios dos productos que a priori se presentan algo menos ostentosos, los Rolls-Royce Wraith, y Rolls-Royce Dawn.