Las normativas anticontaminación europeas son cada vez más estrictas, y continuamente se están aplicando enmiendas a la normativa Euro 6d que actualmente conocemos. La última enmienda, llamada ISC, buscó reducir al máximo las pérdidas por evaporación, y ya está incluida en la homologación de tipo de los nuevos vehículos desde principios de año. Pero es solo la punta del iceberg: desde enero de 2021 la normativa Euro 6d se endurecerá aún más, con la enmienda FCM. Una enmienda que podría desembocar en la necesidad de dar salida a 600.000 coches en stock a nivel europeo. ¿Chollos a la vista?
Vayamos paso a paso. La enmienda FCM a la normativa Euro 6d es parte de los preceptos del ciclo de homologación WLTP, concretamente de su «auditoría» RDE, que busca que las emisiones contaminantes y consumos de los coches en conducción real sean lo más fiables posibles. FCM es la abreviatura de «Fuel Consumption Monitoring», y obligará a que todos los vehículos lleven un sistema de medición de consumo de combustible – o de energía en el caso de los vehículos electrificados. ¿Pero acaso no estamos hablando de un ordenador de a bordo? No, no exactamente.
La Comisión Europea llama al sistema On-Board Fuel Consumption Meter (OBFCM), y la diferencia con el ordenador de a bordo es que el sistema está diseñado para monitorizar constantemente el consumo de combustible del coche. El dato de consumo será usado por la Unión Europea a posteriori para comprobar si el consumo homologado del coche se corresponde con el uso real del mismo. La recogida de datos aún presenta problemas prácticos, y no se ha determinado un método que convenza por igual a fabricantes, autoridades, conductores y asociaciones de consumidores.
Entre 2021 y 2026 se recogerán estos datos procedentes de todos los coches nuevos, y en un futuro, podría multarse a los fabricantes que excedan por un porcentaje significativo sus homologaciones. Podéis ver lo compleja que es la situación, pese a lo buenas que puedan ser las intenciones de la Unión Europea. Si ya el ciclo WLTP ha complicado y encarecido la homologación de tipo de los coches nuevos, las enmiendas a la normativa Euro 6d la han complicado aún más. El remate, la guinda en el pastel, ha sido el parón provocado por la crisis del coronavirus.
Hay grandes cuellos de botella en la homologación Euro 6d ISC-FCM y en este momento, hasta 2.100 homologaciones de tipo pendientes. Pero el verdadero problema es que la crisis del Covid-19 ha parado en seco las ventas de coches. Los fabricantes estiman que actualmente cuentan con 600.000 vehículos producidos que no podrán vender a partir de enero de 2021, porque no cumplirán la normativa Euro 6d ISC-FCM. ACEA ha pedido a Europa una moratoria de seis meses para la aplicación de la Euro 6d ISC-FCM, con el objetivo de poder dar salida a este gran stock.
Dar salida a este stock posiblemente implique buenos chollos a nivel europeo para el comprador sagaz. Tened por seguro que en Diariomotor nos haremos eco de estas posibles ofertas, de no producirse la moratoria de seis meses. Lo cierto es que para los fabricantes la situación es un verdadero quebradero de cabeza – especialmente a nivel de organizar su producción. Sin contar el cuello de botella en las nuevas homologaciones, que podrían dejar a miles de trabajadores de fábricas de coches en un pernicioso «limbo» provocado por la burocracia.
Fuente: Automotive News
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