Por sorprendente que resulte, aún hay conductores que no solo no cumplen con la obligación de acudir a la Inspección Técnica de Vehículos, sino que además se arriesgan a ser sancionados con multas de importancia, y afrontar la comisión de un delito, para evitar la ITV. El pasado año os contábamos algunos casos de falsificación de la pegatina ITV y sus consecuencias. Y este 2021 nos sigue sorprendiendo con situaciones, como la de dos conductores, que han sido interceptados con sendas pegatinas ITV falsificadas. Esperemos que este artículo sirva, como mínimo, para recordarnos la importancia de la ITV y para disuadir a cualquiera que, por ahorrarse una visita a la ITV, esté pensando en manipular la pegatina ITV de su coche.
Falsificar la pegatina ITV es un delito
Según El Correo de Burgos, dos conductores han sido sancionados estos días – en dos casos independientes y no relacionados – al ser interceptados con una pegatina ITV falsificada. Los agentes que solicitaron la documentación del vehículo constataron que, a pesar de que la ITV de sendos vehículos había vencido meses atrás, portaban una pegatina de ITV en vigor, respectivamente, hasta enero y diciembre de 2021.
Los juzgados de Aranda de Duero y Briviesca han instruido diligencias, ante la existencia de un delito de falsedad documental. Y es que, como os decíamos al comienzo de este artículo, falsificar la pegatina ITV traspasa la barrera de las infracciones y las multas de tráfico, considerándose un hecho delictivo.
En 2020 ya conocíamos otro caso similar, en el que el conductor tuvo que afrontar una multa de 720€ y las consecuencias de haber sido juzgado por cometer un delito de falsedad documental. Aunque en el pasado hayamos visto sentencias contradictorias, las sentencias más recientes están apuntando precisamente a esa línea. A que conductores que han falsificado la pegatina ITV de su coche, que constituye documento oficial, sean juzgados por cometer un delito de falsedad documental.
El incumplimiento de la obligación de la ITV afecta a todos
En cualquier caso, el problema sigue siendo el desconocimiento y la irresponsabilidad que muchos conductores presentan ante la ITV. Más allá del coste que supone para el propietario de un vehículo, despreciable, si tenemos en cuenta todos los costes asociados a la compra y el mantenimiento de un automóvil, la ITV es un proceso que garantiza que el vehículo cumple con unas condiciones mínimas, de seguridad, y cumplimiento de la normativa medioambiental.
Y eso, por lo tanto, redunda en la seguridad del conductor del vehículo y del resto de usuarios de la vía.
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