Comprar un coche nuevo, hoy en día, es todo un ejercicio de economía y paciencia debido a los altos precios del mercado y a los elevados plazos de espera. Sobre lo primero poco podemos hacer, pero lo segundo sí es posible minimizarlo: bien es cierto que el tiempo depende de la marca y del modelo, pero en el escenario actual nadie se libra de una espera de meses y meses. Hay algunas fórmulas para saltarte esta fila.
Como decíamos, la situación no es igual para todos los fabricantes y tampoco para todos los tipos de vehículos. En 2022, último ejercicio completo, comprar un coche eléctrico nuevo requería más paciencia de la habitual: de media, había que esperar unos siete meses. Si el conductor se decantaba por un vehículo de combustión, ese plazo se reducía… aunque no demasiado: 5,5 meses.
¿Por qué la espera es tan larga?
La pregunta es evidente: ¿por qué hay tantos retrasos para comprar un coche nuevo? Son tres las razones que explican la situación. La primera de ellas es la pandemia del coronavirus: sí, las consecuencias de los cierres temporales todavía se siguen notando en el stock de las marcas.
La segunda es la ya conocida escasez de microchips, que provoca retrasos y parones en la cadena de producción: la consecuencia evidentes es que el tiempo de entrega de un coche se multiplica… cada vez más. Es cierto que esta crisis no afecta de igual manera a todas las marcas: las europeas se han visto más perjudicadas por la necesidad de importar estos elementos desde China y Corea del Sur, los principales fabricantes de los semiconductores.
Y la tercera es la Guerra de Ucrania: Rusia es uno de los principales exportadores de materias primas y es, además, uno de los principales productores de determinados componentes del mundo del motor. El efecto de las sanciones no se ha hecho esperar, retrasando el ritmo de producción de algunas líneas y encareciendo los costes.
¿Cómo comprar un coche de forma inmediata?
Hay algunos conductores que no quieren y otros no pueden permitirse el lujo de esperar la llegada de un coche nuevo durante muchos meses e, incluso, durante un año. Para todos ellos hay fórmulas con las que se pueden minimizar los plazos y pasan por elegir un coche de stock, de kilómetro cero, de segunda mano o recurrir a las marcas que tienen entrega inmediata.
Coches de stock
En ocasiones, el desconocimiento nos lleva a descartar opciones tan válidas para tener un vehículo nuevo como son los modelos de stock. Son coches nuevos que ya están fabricados (aquí nos saltamos la principal barrera de espera: pedirlo a fábrica) y son almacenados por las marcas sin matricular.
El hándicap es que no permiten, apenas, personalizarlos o configurarlos basándonos en nuestros gustos. Esto no quiere decir que llegan con lo básico: normalmente las marcas los fabrican teniendo en cuenta las preferencias más demandadas, así que encontrarás coches con buenos acabados y con un notable equipamiento. Eso sí, si quieres un modelo con una configuración muy concreta… los vehículos de stock no son para ti.
Estos coches tienen otras ventajas: permiten cierto margen para negociar con el concesionario y conseguir mejores condiciones de compra, accesorios o un extra que se puede incluir posteriormente a su fabricación. Y, centrándonos en el caso que nos ocupa, sus tiempos de espera son menores, reduciéndose a unas pocas semanas o a unos días: lo necesario para trasladar el coche, prepararlo y hacer los trámites correspondientes.
El problema es que, actualmente, la oferta de los coches de stock se ha reducido notablemente por las mismas razones que han aumentado los plazos de producción… y los descuentos que solían acompañar a estos modelos también escasean. No obstante, siguen siendo la opción más recomendable para comprar un coche nuevo a buen precio y con entrega inmediata.
Coches de kilómetro 0
La siguiente vía que nos lleva hasta vehículos de kilómetro 0 que, a diferencia de los anteriores, sí están matriculados, cuentan con unos pocos kilómetros en su odómetro… y son coches a estrenar: tú serás su primer dueño.
Son unidades que, en muchas ocasiones, proceden del stock y acaban siendo matriculados por la marca: hablamos, en efecto, de las automatriculaciones. En otras ocasiones se debe a que el concesionario recibe más ejemplares de los que puede vender y termina matriculándolos. Pueden ser, también, los que forman parte de la exposición.
Tienen un precio más bajo que los nuevos o los de stock (puede llegar a ser un 20% más barato) y su entrega es mucho más breve porque ya está en el concesionario; lo único que hay que hacer es gestionar el traspaso de la propiedad al comprador. Igual que en el caso anterior, no es posible personalizarlo y, en ocasiones, para beneficiarse del descuento que ofrecen hay que financiar la compra con la marca. Y si te preguntas por la garantía, que comienza en el momento de ser matriculado, debes tener en cuenta que la mayoría de las marcas ofrecen una garantía extra para compensar el tiempo que ha transcurrido desde ese momento.
Coches de segunda mano
El mercado de vehículos de ocasión ha sido uno de los grandes beneficiados de los extensos plazos que pesan sobre los modelos nuevos. Aunque, en 2022, cayeron un 5,6% (se registraron 1.885.553 operaciones), por cada coche nuevo se vendieron 2,3 usados. Y esto a pesar de que el precio medio se ha disparado hasta los 19.547 euros (dato correspondiente a diciembre de 2022).
Comprar un coche de segunda mano lleva implícito disponer de él de manera inmediata: lo único que debes hacer es el cambio de titularidad, un trámite que puedes llevar a cabo tú mismo junto al vendedor en la Jefatura de Tráfico o recurriendo a los servicios de una gestoría. Si lo adquieres en un concesionario de compraventa, te ahorrarás esta operación.
Eso sí, decantarse por un vehículo usado es un arma de doble filo. Podemos negociar su precio, pero hay que ser paciente para buscar (y encontrar) una unidad en buenas condiciones, asumir que tendremos que conformarnos con el equipamiento que tiene y confiar en que el vendedor no ha ocultado ningún fallo.
Marcas con entrega inmediata
En un momento en el que, como os explicábamos antes, los pedidos a fábrica y los coches de stock escasean, hay marcas que utilizan el mejor reclamo posible: una entrega inmediata con la que garantizan la disponibilidad del modelo en plazos muy razonables que no suelen superar el mes.
Marcas como Renault, Dacia, Nissan o Hyundai, entre otras, han apostado por esta fórmula. Dependiendo del fabricante, el coche se podrá personalizar en mayor o menor medida: en otras ocasiones la unidad será la que esté ya disponible y no admitirá cambio alguno, aunque, eso sí, suelen ser versiones bien equipadas. El hándicap de esta opción es que no está disponible en todos los fabricantes, ni para todos los modelos y pueden estar asociadas a un plan de financiación de la marca.