Aunque parezca mentira, las principales causas que provocan una ITV desfavorable son muy fácilmente evitables y hoy vamos a hablar del defecto o fallo grave más habitual. Unas veces por desconocimiento, pero muchas otras veces por dejadez u olvido, nos presentamos en la ITV con nuestro coche o moto sin haber realizado una mínima revisión previa que nos asegure salir con la codiciada pegatina. Pero hoy queremos ayudarte a evitar el defecto grave más común en las inspecciones ITV.
La iluminación y la señalización son las culpables de la gran mayoría de defectos graves que se detectan cada día en las ITV españolas. Hablamos de fallos que tienen que ver con luces fundidas, uso de componentes no homologados, fusibles rotos, defectos en la regulación del haz de luz, presencia de agua en el interior de los faros u opacidad de las tulipas. Pero en resumen, todos estos defecto graves que nos echan para atrás en la inspección técnica se traducen en que nuestro coche no alumbra bien, o por lo menos no lo hace conforme a los requisitos mínimos que se exigen para la circulación en las carreteras españolas.
Y evitar este fallo grave es tan fácil como revisar por nosotros mismos nuestro vehículo, una tarea que nos puede llevar a lo sumo 5 minutos si lo hacemos solos, algo menos si nos ayuda otra persona. La revisión a realizar, con el coche y el motor en marcha, sería encender las luces de posición (delante, detrás y matrícula trasera), luces cortas, luces largas, antinieblas delanteros y traseros (si es que los instala nuestro coche), luz de marcha atrás, intermitentes del lado izquiero y derecho, terminando con las luces de emergencia (los 4 intermitentes funcionando al mismo tiempo).
Una vez comprobadas las luces, si nos percatamos de cualquier incidencia, lo más común es que tengamos alguna bombilla o LED fundido, y de no ser así algún fusible. Si sustituidos estos componentes la avería no se soluciona, posiblemente el problema sea más importante y es entonces cuando tendremos que acudir a un taller para revisar la instalación eléctrica y los mandos que controlan el alumbrado/señalización. En este punto es importante recordar que debemos procurar en todo momento usar bombillas homologadas y compatibles con nuestro coche, pues no solo corremos el riesgo de no pasar la ITV por el uso de lámparas LED o Xenon no homologadas, sino que ponemos en riesgo la instalación eléctrica del vehículo, y además es fácil que terminemos deslumbrando a todo el que se nos ponga delante.
En el caso de tener problemas de regulación del haz de luz, posiblemente debido a un golpe en el faro o cerca de él, tendremos que acudir también a un taller para que nos realicen la correspondiente regulación de ambos faros principales. Esta tarea es especialmente importante para garantizar tanto nuestra mejor visibilidad de noche, como para evitar deslumbrar a otros conductores, una situación muy incómoda y peligrosa en ciertas circunstancias.
Si el problema que tienen nuestros faros o pilotos es el de presencia de agua, tendremos que desmontar dicho faro o piloto y proceder a repararlo mediante un buen sellante que lo aisle del exterior, o en su defecto sustituirlo por completo si detectamos alguna rotura no reparable. Y si el problema es que la tulipa se ha degradado y por lo tanto ha dejado de ser transparente, debemos realizar un pulido de faros. Esta tarea es cierto que puedes realizarla por ti mismo con uno de los muchos kit básicos que se venden, pero si no tienes experiencia y quieres asegurarte el mejor resultado, lo mejor es ponerte en manos de profesionales ya que de no ser así, al poco tiempo volverá a volverse opaca la superficie del faro o piloto.