El número 265 de la revista Seguridad Vial que publicó la Dirección General de Tráfico en marzo de 2023 ofrece a los conductores españoles, entre otra información valiosa, una guía con recomendaciones para disminuir la velocidad de un coche o detenerlo por completo en siete escenarios diferentes mediante el correcto empleo de su sistema de frenado. Comprender cómo utilizar bien este dispositivo, presente en todo vehículo, es esencial para circular de forma segura. Según la entidad del Ministerio del Interior, la clave está en observar, anticiparse y accionar el pedal a tiempo y en la medida propicia.
La importancia de los frenos sobre la seguridad activa y sus distintas técnicas de uso
Aunque nada ni nadie nos puede garantizar que no sufriremos un accidente de tráfico pese a utilizar adecuadamente los frenos de un automóvil, es evidente que los posibles daños, ya sean físicos o materiales, podrán ser mucho menores si reaccionamos rápido e intentamos controlar la situación. Es decir, si bien la total ausencia de riesgo en la carretera no existe, el dominio de la manera en que reducimos la velocidad al conducir implica tener más oportunidades para evitar un siniestro o moderar sus consecuencias.
Lo anterior implica conocer con detalle los métodos o técnicas apropiadas para cada circunstancia o contexto. Es por ello que todas las estrategias consideradas por la DGT en su artículo “Frenos: cómo usarlos correctamente” parten de la previsión y el respeto a los límites de velocidad en cada vía, entendiendo que cada una tiene sus propias (en ocasiones curiosas) particularidades. Por descontado, para que el equipo de frenado y nuestra acción sobre el pedal que lo activa tengan efectos positivos sobre la seguridad activa, debe estar perfectamente mantenido.
Según la DGT, así deberías frenar en estas 7 situaciones tan habituales
- Paradas convencionales. Al aproximarse a un semáforo o a un cruce donde se debe detener completamente el coche o disminuir su velocidad, es necesario ajustar el ritmo lo antes posible y hacerlo de manera gradual. Para lograrlo, es preciso dejar de acelerar y presionar el pedal de freno suavemente, incrementando la presión de forma progresiva. Descender una o varias marchas soltando el embrague con el debido cuidado facilita el proceso y, a largo plazo, reduce el desgaste mecánico.
- Curvas. Al tomar un giro que requiere el uso de los frenos, estos deben utilizarse siempre antes y nunca durante la propia curva en pro de la estabilidad. Por tanto, anticiparse a las condiciones de la calzada es fundamental. Además, esto promueve una conducción mucho más confiada, tranquila, cómoda, eficiente y económica.
- Autovías y autopistas. Al circular por vías de alta velocidad, se debe evitar frenar. Pero, si es necesario, hay que intentar hacerlo con la máxima antelación. Cuando se abandona por el carril de deceleración, la frenada ha de producirse sólo cuando el automóvil ya se encuentra dentro de él.
- Intersecciones con giro. Al acercarse a un cambio de dirección o de sentido, ya sea en la ciudad o fuera de ella, la DGT sugiere señalizar la maniobra con antelación y cerciorándonos de que resto de usuarios de la vía conocen nuestras intenciones. Posteriormente, hay que aminorar la velocidad delicada pero crecientemente a la vez que se seleccionan relaciones más cortas (adecuadas) en el cambio de marchas.
- Pendientes. Al descender por una cuesta muy pronunciada en la que sea forzoso activar los frenos, resulta crucial hacerlo uniforme y moderadamente, apoyándose de nuevo en la capacidad del propulsor y de la transmisión para menguar el avance.
- Frenadas de emergencia. Al tener que detener el vehículo en una situación de riesgo elevado, es capital presionar los pedales de embrague y freno a la vez, aplicando la máxima fuerza posible sobre ambos hasta conseguir una detención completa. La vibración en los pies, generada por la acción del sistema ABS, no ha de asustarnos. Significa que el equipo funciona como debe.
- Falta de distancia de seguridad con el vehículo al que precedemos. Al conducir muy cerca del vehículo que nos sigue, lo cual no es responsabilidad nuestra sino del otro conductor, debemos de tocar el pedal del freno con gran sutileza para que se sólo enciendan las luces traseras correspondientes, es decir, sin que el automóvil baje notablemente de ritmo. De este modo advertiremos al usuario al que precedemos que debe aumentar la distancia de seguridad.