Desde el pasado 1 de enero, con la entrada en vigor de las Zonas de Bajas Emisiones, miles de conductores tienen que lucir la etiqueta medioambiental de la Dirección General de Tráfico para poder (o no) circular por estas áreas. Muchos de ellos no habían consultado el distintivo asignado y cuando lo han hecho se han encontrado con alguna sorpresa: les correspondía un distintivo medioambiental diferente… o, incluso, su coche tenía pegatina, aunque la DGT hubiera dicho que no. Y tú, ¿sabes cómo comprobarlo?
El etiquetado medioambiental es el filtro empleado en las 149 ciudades con más de 50.000 habitantes que, con el inicio del presente año, activaron sus ZBE. No es un sistema nuevo, ya que se puso en marcha hace siete años, en 2016, cuando Tráfico lo eligió como método para clasificar el parque automovilístico nacional: para elaborar cada categoría se basaron en la fecha de matriculación, que suele coincidir con la norma Euro que está vigente en ese momento.
La norma Euro
No obstante, la Disposición 3828 establece que esa catalogación se tiene que llevar a cabo teniendo en cuenta la normativa de emisiones del coche, la norma Euro. Es una fórmula más fiable porque, a veces, esta no coincide con el año de matriculación porque la compra del vehículo se produce tiempo después. Razón por la que, cuando la DGT mandó las pegatinas, se cometieron errores y hubo algunas ausencias.
De forma orientativa, los coches de la categoría A (aquellos a los que no les corresponde distintivo) suelen estar homologados bajo la norma Euro 1 y Euro 2 (gasolina) o Euro 1, Euro 2 y Euro 3 (diésel). Los B suelen ser los de la Euro 3 (gasolina) o la Euro 4 y Euro 5 (diésel), mientras que los C se corresponderían con la Euro 4, Euro 5 y Euro 6 (gasolina) y conla Euros 6 (diésel). Los Eco (híbridos, microhíbridos y gas) y los Cero (eléctricos e híbridos enchufables) no suelen tener este problema.
¿Cómo reclamar tu etiqueta?
Como decíamos, estas equivalencias son orientativas: la forma más fiable de saber qué norma Euro corresponde a tu vehículo es consultar la ficha técnica del mismo (lo normal es que en ella aparezca la homologación) o identificar el número de bastidor y llamar al fabricante. Otra vía es el buscador de etiquetas que la DGT tiene disponible en su web: introduciendo la matrícula del coche, sabremos cuál es nuestro distintivo… pero los métodos más seguros son los dos anteriores.
Si te corresponde la pegatina de la DGT, pero en Tráfico figura lo contrario puedes solucionarlo. Tendrás que pedir a la marca el certificado de la norma Euro de tu coche y este documento no suele ser gratis, probablemente te cobren por él: la cifra dependerá de cada fabricante.
Con él en tu poder, deberás ir a la ITV para que actualicen la ficha técnica y de ahí, a la Jefatura de Tráfico: para este último paso deberás pedir cita previa porque solamente se puede llevar a cabo de forma presencial. El trámite entra dentro de ‘Anotaciones de cualquier clase’ y en 2022, costaba 8,67 euros.
¿Dónde se puede comprar la pegatina de la DGT?
Con toda la información actualizada, llega el momento de comprar el distintivo ambiental. Cuesta cinco euros y está disponible en Correos, talleres y gestorías: para conseguirla bastará con presentar el permiso de circulación del vehículo.
Recuerda que debes colocarla en el ángulo inferior derecho del parabrisas delantero y si tu vehículo es una moto, en un lugar perfectamente visible. La obligatoriedad de su presencia dependerá de la ordenanza municipal de cada ayuntamiento, que también establece la cuantía de la multa en caso de no llevarla.