Representan dos de cada ocho matriculaciones y en 2022 se vendieron 191.225 unidades entre motos, scooters y ciclomotores. Su peso en el mercado es menor que el de los coches, pero son muchos los conductores que se decantan por un vehículo de dos ruedas para el día a día. El debate, siempre, está servido: ¿qué es mejor para una ciudad? Ahora hay una cifra que quiere zanjar esta eterna discusión.
AMV, una compañía de seguros especializada en pólizas para motos, ha unido fuerzas con ‘We are Testers’ para elaborar un informe en el que comparan el uso de la moto, del coche y de los medios de transporte público en la ciudad. El punto de partida del informe es la encuesta realizada a 800 personas, todas mayores de edad, que viven en Madrid y Barcelona y se mueven, a diario, por la ciudad: para ello, 400 usan la moto, 200 el coche y las otras 200 el de transporte público.
Con este análisis han querido averiguar qué opinan los conductores (sean o no moteros) de la moto como vehículo urbano. Las respuestas no dejan lugar para las dudas: siete de cada diez (moteros y no moteros) creen que es la opción idónea para la ciudad.
A esto hay que añadir que nueve de cada diez moteros confirman su elección y la argumentan con diferentes razones: la mayor parte de ellos (64%) aluden al ahorro de tiempo y más de la mitad (53%) señalan el ahorro económico que supone. A estos motivos suman la comodidad (36%), el menor estrés (29,5%), disfrutar de su uso (19,8%), así como la ecología y sostenibilidad (13%).
Tiempo y dinero
El informe de AMV analiza en detalle las dos primeras razones. Según sus cálculos, el usuario de una moto ahorra, cada día, una media de 23 minutos: comparando su recorrido con el de un coche o el del transporte público, supone un 42% menos de tiempo. Y si sumamos todos esos minutos, el resultado total supone días laborables. O lo que es lo mismo, dos semanas libres.
Por otro lado, el ahorro económico medio que supone moverse en moto alcanza los 453 euros al año, comparándolo con el gasto que supone moverse en coche. En esa cifra se incluyen todos los gastos asociados a este tipo de vehículos: gasolina, seguro, aparcamiento o revisiones. Conforme a las cuentas de AMV, “solamente por el hecho de haberse pasado a las dos ruedas, pueden comprar un vuelo de ida y vuelta a Nueva York”.
Más tranquilidad y más ocio
Por otro lado, el estudio ha querido indagar en cómo distribuyen su tiempo los usuarios de moto y en cuál es su estilo de vida. Al disponer de más tiempo y más dinero, AMV apunta que consumen más ocio que otros conductores, superando en un punto a los usuarios de coche y transporte público. Así las cosas, los moteros van a eventos culturales 3,1 veces al mes y visitan casi cinco restaurantes (4,7). A esto hay que añadir que realizan más escapadas: 6,5 al año.
Y, por último, AMV desvela que el 82% de los moteros aseguran que sus desplazamientos les generan menos estrés que a bordo de otro vehículo.
