El coche eléctrico se está abriendo paso por todos y cada uno de los segmentos sin excepción alguna, dejando así compactos, SUV, berlinas, deportivos e incluso furgonetas eléctricas. De esta manera resulta inevitable que nos asalten dudas sobre el sentido que tiene abordar todo tipo de coche, porque, mientras que es muy lógico hacer un utilitario eléctrico, ¿lo tiene una furgoneta de pasajeros? Para descubrirlo, mi compañero David Artés se ha puesto a los mandos de las Volkswagen ID.Buzz y Mercedes-Benz EQV, dos de las máximas representantes del segmento de las furgonetas eléctricas.
Y es que cuando pensamos en una furgoneta de reparto cobra todo el sentido del mundo que sea eléctrica. Al fin de cuentas estamos hablando de un vehículo que va a realizar, fundamentalmente, trayectos urbanos, pudiendo sobrevivir sin problemas con autonomías de 250/300 kilómetros. Pero cuando esta tiene capacidad para llevar en su interior ocupantes nos encontramos con una situación más complicada.
Volkswagen ID. Buzz
¿Tienen sentido coches como la Volkswagen ID.Buzz o la Mercedes-Benz EQV?
Por una parte, la ID.Buzz se asienta como una furgoneta de momento disponible en configuración de cinco plazas, declara 204 CV y una autonomía bajo el ciclo WLTP de 417 kilómetros. Por la otra, la EQV ofrece la misma potencia y una autonomía de 355 kilómetros pese a utilizar una batería más grande -90 kWh contra 70 kWh-, pero peso y aerodinámica mitigan su capacidad de movimiento.
Sin lugar a dudas, y pese a que ambas son muy prácticas, especialmente la EQV al contar con una tercera fila de asientos y mucha más moldeabilidad en lo que a configuración de asientos se refiere, sus tiempos de carga y autonomías hacen que se conviertan en buenos vehículos urbanos pero en malos para afrontar largos viajes pese a que por su tamaño y concepto deberían ser ideales para dicho propósito.
Y ahí radica el segundo problema, que, aunque por mecánica son buenos urbanitas, por tamaño no lo son para nada. No obstante, mi compañero David encuentra no solo en una de ellas ciertas ventajas para la ciudad, sino también una clara ganadora para aquellos que busquen un coche eléctrico práctico para callejear o para quien necesite vehículos de flota a modo de taxi y VTC o para uso en hoteles, escenarios en las que ambas tienen mucho sentido.
