En España ya es posible repostar combustibles sintéticos renovables, tanto diésel como gasolina, lo cual supone reducir el impacto de nuestro coche en cuanto a emisiones de carbono. Sin embargo son muchas las dudas que rodean al uso de los e-fuels, pues no todos los motores están preparados para quemar combustible sintético y en según qué casos esto podría desembocar incluso en averías.
Qué es el combustible sintético renovable
El combustible renovable que ha comenzado a suministrar Repsol en algunas de sus estaciones de servicio en España, es un combustible de tipo sintético, que por lo tanto no tiene su origen en el petróleo, y que se genera a través del uso de biomasa de origen no alimentario, de hidrógeno verde y de CO2 captado de la atmósfera.
Con este proceso se consigue producir gasolina y diésel que, una vez es quemado en el motor térmico de nuestro coche, emite las mismas emisiones de CO2 que fueron evitadas durante su producción. Por lo tanto, si bien consumir este tipo de combustibles sigue suponiendo generar emisiones contaminantes, su uso permite hablar de neutralidad en lo que respecta a emisiones de carbono. Esto hace que el uso de este tipo de combustibles se esté estudiando como alternativa a los eléctricos en pos de favorecer la descarbonización del parque móvil en Europa.
Qué coches pueden usar combustible sintético
Los combustibles sintéticos están formulados para ser compatibles con cualquier mecánica de combustión interna, aunque en realidad son los motores más modernos los que están realmente preparados para su uso, pues sus sistemas de inyección, materiales de construcción y sistemas antincontaminación, han sido diseñados para poder adaptarse al uso de diferentes combustibles.
Para saber si nuestro coche es compatible con estos combustibles, lo que debemos hacer es consultar qué tipo de combustibles acepta nuestro motor. Esto lo podemos hacer verificando la leyenda que aparece en la tapa del depósito, consultando el manual de usuario del vehículo o realizando una consulta al fabricante.
Así las cosas, por regla general los vehículos gasolina aceptan gasolina E5 o E10, aunque también existe E85 o E100, haciendo referencia este número al porcentaje de etanol (renovable o no) presente en la gasolina. En el caso del diésel, los tipos más comúnes son B7, B10 o XTL/HVO (B100). De este modo, siguiendo la misma regla que en la gasolina, el número nos indica el porcentaje de biodiésel o diésel renovable presente en la mezcla.
Averías por usar diésel o gasolina sintético en un motor no compatible
El uso de combustibles sintéticos no compatibles no acarrea averías graves en el corto plazo, por lo menos mientras no hablemos de combustibles sintéticos en un muy alto porcentaje. Si bien la formulación de los e-fuels está ideada para que los motores térmicos de cualquier tipo puedan trabajar con ella sin problema, es cierto que este tipo de combustibles suelen presentar ciertas modificaciones en sus propiedades.
Por ello las posibles averías se presentan en coches con más de 10-15 años y suelen estar relacionadas con problemas en la inyección y en los sistemas anticontaminación. También se pueden dar problemas de falta de engrase en los sistemas de alimentación e inyección a alta presión, pues los combustibles sintéticos no presentan las mismas propiedades lubricantes que la gasolina o el gasóleo convencional.