Todas las localidades españolas con más de 50.000 habitantes debe tener su Zona de Bajas Emisiones, áreas donde el acceso y la circulación de los coches estará limitada: dependerá de cada ayuntamiento, pero los más contaminantes, aquellos vehículos sin etiqueta ambiental, están en el ojo del huracán. Para ellos existe una fórmula que les ayudaría a evitar todas esas restricciones: convertirse a GLP para obtener el distintivo Eco, pero ¿compensa?
El gas licuado de petróleo es uno de los combustibles alternativos más empleados en el mundo del motor y lo es, principalmente, por la ventaja económica que ofrece frente a la gasolina y el diésel: suele costar la mitad, también en el escenario inflacionista actual. Otro punto a su favor es el menor nivel de emisiones y su disponibilidad: su repostaje es posible en más de 700 gasolineras.
¿Cuándo se amortiza?
A pesar de todos estos ‘pros’, la pregunta es inevitable: ¿compensa la inversión que hay que llevar a cabo para transformar un coche y que sea GLP? La conversión es rentable para aquellos conductores que hacen muchos kilómetros al año con un modelo cuyo motor tiene un consumo alto: en este caso, el ahorro en combustible será del 40% (aproximadamente) y la operación se amortizará entre los 30.000 y los 50.000 kilómetros.
Existe una calculadora que ayuda a saber cómo de rentable es esta conversión para poder acceder sin límites a las ZBE. Para hacer las cuentas, es necesario introducir el número de kilómetros que se hacen al año, el consumo de nuestro coche, el coste de la transformación, el del GLP y el de la gasolina. Nosotros hemos puesto los siguientes datos: 20.000 kilómetros anuales, 7 l/100 km, 1.500 euros, 1,006 €/litros y 1,62 €/l (precio medio de la gasolina, según el último Boletín Petrolero de la Unión Europea). La conversión se amortizaría en 32 meses, es decir, en algo más de dos años y medio.
La conversión
Ahora que tenemos las cuentas hechas, llega el momento de saber cómo es el proceso, sus requisitos, su precio… Para convertir tu coche, en el taller tendrán que instalar un depósito para el gas (que suele ubicarse en la zona del maletero), un circuito (con un inyector específico, válvulas, filtros y sensores), una centralita electrónica y un control, en el puesto de conducción, para elegir qué carburante usaremos en cada momento.
Este proceso tiene que ser homologado en un laboratorio certificado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio que emitirá el correspondiente informe. Junto a él, al que te dé el taller que ha realizado la conversión y al que legitime la estanqueidad del depósito, tendrás que ir a la ITV para que todo quede reflejado en la tarjeta de la inspección técnica. El último paso consiste en modificar los datos técnicos del vehículo en el registro de Tráfico: un proceso para el que tendrás que pedir cita y pagar una tasa de 8,50 euros. Solamente así podrás pedir tu etiqueta Eco.
La transformación no es para todos los motores
Pasarse al GLP no es una opción para todos los motores. Si tu coche es diésel, no es lo más recomendable porque, aunque técnicamente es posible, la transformación es más cara y el ahorro que vas a lograr no compensa. No obstante, si quieres llevar a cabo el proceso, debes tener en cuenta que sólo podrás seguir adelante si cumple la norma Euro 6.
Si tu vehículo es de gasolina, la conversión es más sencilla, aunque tiene sus condicionantes: si el motor tiene más de 460 CV, esta opción está completamente descartada. Únicamente se pueden pasar al GLP los modelos que cumplen la norma Euro 3, es decir, los matriculados a partir de 2001: eso sí, no tendrán derecho a la etiqueta Eco. A ella solamente podrán acceder los coches de gasolina Euro 4, Euro 5 y Euro 6.
¿Cuánto cuesta?
Terminamos con otro de los datos clave para plantearse una conversión a GLP: ¿cuánto cuesta? Como decíamos antes, depende del tipo de motor y también del combustible.
Para los diésel, esta operación tiene un elevado precio porque el proceso es más complicado: hablamos de cifras que oscilan entre los 1.900 y los 2.500 euros. Si el motor de tu coche es de gasolina, el coste irá en función de sus características: para un motor de cuatro cilindros, la transformación puede salir por unos 1.500 euros, mientras que para uno más grande (seis u ocho cilindros) es fácil superar la barrera de los 2.000 euros.
