El Nordschleife es un lugar absolutamente maravilloso si eres un amante del motor. Un circuito de casi 21 km de longitud, en un enclave idílico, por el que puedes rodar sin restricción alguna por un módico importe. Esta «Meca» para petrolheads se ha hecho tremendamente popular durante los últimos años, y con la popularidad, suelen venir aparejados ciertos problemas. Esta recopilación en vídeo deja muy claro qué no se debe hacer al visitar Nürburgring, siempre que no desees poner en riesgo tu vida, la de otros conductores o los comisarios de pista.
Antes de enseñaros el vídeo hay que recordar algunos conceptos importantes. El primero es que el Nordschleife es una carretera pública, sin límite de velocidad, y de acceso por peaje. Es decir, los coches que circulan en los días abiertos al público (Touristenfahrten), deben tener seguro, ITV y homologaciones al día. Como es una carretera pública, aplican normas comunes como el simple hecho de que se debe adelantar por la izquierda o respetar las indicaciones de la autoridad – en este caso, los numerosos comisarios de pista.
También debes tener claro que tener un percance en este circuito sale muy caro. Cualquier daño a las instalaciones, cierre de pista o pérdida de fluidos, puede comportar facturas que muy rápidamente entran con profundidad en las cuatro cifras. Hay multitud de información online sobre las penalizaciones a este efecto. Tampoco se debe olvidar que cometer imprudencias o temeridades puede resultar en la expulsión del circuito, o en casos realmente graves, la intervención de las autoridades federales alemanas. No es un campo de recreo.
Y aun así, como estáis viendo sobre estas líneas, multitud de conductores exhiben comportamientos absolutamente imprudentes, incorrectos o peligrosos – ya sea por ignorancia, impaciencia o incluso mala fe. Todo lo que se recoge en el vídeo no debería suceder. Mención especial, en mi opinión, tienen los conductores que adelantan por la derecha o de forma temeraria y – especialmente – los que detienen su coche en una escapatoria o en mitad de la pista.
Puede ser para comprobar si hay algún desperfecto, recoger piezas o permitir a un ocupante cambiar de sitio, pero en verdad, lo único que hacen es poner en serio peligro sus vidas. El premio Darwin está muy disputado, y serios candidatos también son aquellos que sacan su cuerpo por las ventanillas o techo solar de los coches.
