La pregunta es muy simple, pero su respuesta es realmente compleja. ¿Es 2021 buen momento para comprar un coche 100% eléctrico? Vamos a analizar, punto por punto, qué debes tener en cuenta si te gustan los coches eléctricos pero no tienes claro si es el momento de comprarlo, o por el contrario, es mejor esperar. Y nos vamos a mojar, ofreciendo alternativas y explorando los derroteros que el sector puede tomar, especialmente en lo tocante a precios y autonomía. Al mismo tiempo, lo ejemplificaremos usando un Volkswagen ID.3, probado por Diariomotor.
¿Cuál es el uso ideal del coche eléctrico?
Si tu trabajo te exige cruzar España de forma continua y recorrer cientos y cientos de kilómetros a diario, el coche diésel, de bajo consumo y enorme autonomía, seguirá siendo tu mejor amigo. Sin embargo, si tu uso del coche ya es fundamentalmente urbano, o lo usas para desplazarte al trabajo, recorriendo una cifra modesta de kilómetros al día, un coche eléctrico – incluso de autonomía relativamente escasa – puede ser una opción ideal. Incluso si haces dos o tres viajes al año a la costa o al pueblo, el coche eléctrico puede seguir siendo una gran opción – pero a eso llegaremos en un rato.
Fotos del Volkswagen ID.3
¿Tienes dónde cargarlo?
Este es quizá el punto más delicado de ser el propietario de un coche eléctrico. Si quieres tener un coche eléctrico, es imprescindible tener un lugar donde cargar el coche a diario, y eso es solo posible si aparcas tu coche en un garaje comunitario o individual. El 80% de los coches de España duermen en la calle. Aparcar tu eléctrico en la calle y depender de puestos públicos de carga no es una buena idea y a la larga te causará muchos dolores de cabeza.
Infraestructura pública de recarga en España
Esto nos lleva cómodamente al siguiente punto. Aunque la mayor parte del tiempo cargarás tu coche eléctrico en casa, en ocasiones, tus desplazamientos te exigirán recurrir a puntos públicos de carga. A día de hoy, y aunque ha mejorado, la red de infraestructura de carga de coches eléctricos en España sigue siendo relativamente pobre en relación a otros países vecinos. En grandes ciudades no hay problemas de escasez de puntos de carga, pero esta red está mucho más limitada en provincias periféricas, e incluso en vías de alta capacidad.
Si vas a hacer un largo viaje en un coche eléctrico, debes planificarlo muy cuidadosamente, contar con un margen de seguridad, y haberte dado de alta en los servicios de recarga donde tienes pensado enchufar el coche, pertenecientes a empresas muy diversas. Dicho sea esto, muchos fabricantes cuentan con una app que permite recargar en todo tipo de puestos de carga y centralizar la facturación. En cualquier caso, un viaje largo en coche eléctrico exige una autonomía más que decente, una compatibilidad con recarga rápida, y paciencia: en el tiempo de viaje tendrás que contar las paradas para cargar el vehículo.
La mayor parte de puestos de carga rápida en España son de 50 kW de potencia. En ellos, recargar el 80% de la batería de este Volkswagen ID.3 nos llevará una hora. Aunque hay puestos más rápidos, no todos los coches son compatibles con cargas ultrarrápidas. Mientras tanto, rellenar el depósito de un coche de gasolina sigue suponiendo menos de cinco minutos.
Autonomía de un coche eléctrico y reflexión sobre el avance tecnológico.
¿Es realmente tan importante que un coche eléctrico tenga 500, 600 o 700 km de autonomía? Si pensamos en el eléctrico como un completo reemplazo del coche de combustión, a mayor autonomía, mayor capacidad de hacer largos viajes sin detenernos, tal y como lo haríamos en coche de combustión. Hemos alcanzado un punto en la evolución del coche eléctrico en el que una autonomía grande se consigue a base de una gran batería – muy cara y muy pesada – pero hemos de tener en cuenta varios detalles.
El primero es que los desplazamientos de larga distancia a velocidad constante son los que más mella hacen en la autonomía de un coche eléctrico. Al contrario que en ciudad, el coche es incapaz de regenerar energía, y la velocidad, unida a la resistencia aerodinámica hace que su consumo se dispare. Estos desplazamientos seguirán siendo los más desafiantes para un coche a baterías. Una de cal y arena. La segunda reflexión es que vivimos un imparable avance técnico en el coche eléctrico. Vivimos grandes avances en eficiencia energética, eficiencia productiva, y especialmente, en tecnología de baterías.
Os pongo un ejemplo: hace apenas 10 años, el Nissan Leaf tenia 160 km de autonomía NEDC, mientras que ahora, dispone de 385 km de autonomía WLTP. El desarrollo de baterías de estado sólido, el constante aumento de la densidad energética de las baterías y la reducción de su coste podrían hacer que en 10 años vivamos un escenario completamente diferente al actual. Por último, asociamos el coche eléctrico a velocidades lentas de carga. La gran revolución de los coches eléctricos no estará en multiplicar su autonomía, estará en reducir al mínimo su tiempo de recarga. De hecho, a día de hoy, ya existen coches capaces de cargar sus baterías a potencias de 270 kW, recargando el 80% de su batería en apenas 20 minutos. La industria está dando pasos de gigante en este aspecto.
Precio del coche eléctrico
Los coches eléctricos siguen siendo caros. A igualdad de prestaciones, la versión eléctrica puede tener un sobrecoste de entre 6.000 y 12.000 euros con respecto a un coche térmico equivalente en segmento y prestaciones. Expertos de la industria afirman que los coches eléctricos seguirán siendo caros. En 2026 se podría alcanzar una paridad de precios con los coches térmicos, pero será a causa de los sistemas anticontaminación que estos necesitarán para cumplir la normativa Euro 7.
Hay varios factores que influyen en el elevado precio del coche eléctrico. El primero es que las marcas deben repercutir al cliente el enorme coste del capital invertido en su desarrollo. Estamos hablando de decenas de miles de millones de euros para el desarrollo de plataformas modulares y sistemas de almacenamiento de energía. El segundo es que las baterías siguen siendo el elemento más caro del coche eléctrico. El coste por kWh se ha ido reduciendo de forma sostenida, pero el aumento en la demanda de ciertas materias primas podría frenar esta reducción de costes, ante una oferta relativamente limitada y concentrada en pocos proveedores.
La obsesión de los fabricantes por aumentar su autonomía, algo solo posible escalando el tamaño de la batería, es también relación directa al precio del coche. De acuerdo, son coches caros. Pero, ¿qué nos dan a cambio?
Una experiencia de conducción muy diferente y tecnológica
Conducir un coche eléctrico tiene muy poco que ver con conducir un coche de combustión interna. No tenemos los clásicos olores, sonidos o martilleos típicos de un motor térmico. Todo es más aséptico y tecnológico, para bien y para mal. La principal diferencia es la ausencia de ruido de la mecánica, además de la aceleración instantánea que ofrece el motor eléctrico. Todo el par motor del coche eléctrico está disponible desde el momento en que rozamos el acelerador, haciéndolos coches extremadamente ágiles y agradecidos en entornos urbanos. Es una experiencia futurista, tecnológica y limpia.
Los coches eléctricos suelen tener una sola relación de cambio, y esa relación de cambio nos garantiza una gran aceleración, al menos hasta velocidades legales. A medida que aumentamos la velocidad, la aceleración y las recuperaciones comienzan a sufrir, y no es posible «bajar de marcha» para ganar aceleración. Más allá de esto, son coches en los que el estilo de conducción, la orografía de la ruta y las condiciones climatológicas tienen mucha influencia en la autonomía y en la duración de la carga.
Hasta el punto de que en condiciones muy desfavorables, su autonomía puede verse reducida a la mitad de la homologación. El Volkswagen ID.3 probado era una versión 1st Edition con motor trasero de 204 CV, y una batería de 58 kWh de capacidad. Esta versión homologa una autonomía WLTP de 420 km en el ciclo combinado, que en condiciones realistas de circulación oscilará entre los 300 y los 350 km. El ID.3, por lo demás, es un coche de tacto de conducción confortable y refinado, pero al mismo tiempo, muy filtrado y de respuesta poco dinámica.
Eléctrico dedicado vs eléctrico basado en coche de combustión
En estos momentos, hay dos tipos de coches eléctricos. Por una parte están coches térmicos cuya plataforma ha sido adaptada al uso de mecánicas eléctricas, coches cuya plataforma ha tenido que ser modificada para albergar baterías de gran tamaño. Este tipo de coches – como por ejemplo, el Volkswagen e-Golf – pueden tener menos capacidad de batería, y su interior o maletero pueden sufrir de tamaños inferiores. Por otra parte, están los coches eléctricos dedicados, más modernos y avanzados, además de diseñados desde cero como coches eléctricos.
Su plataforma es de tipo monopatín. El habitáculo está construido sobre la batería, cuya carcasa es elemento estructural del coche. Uno o dos motores eléctricos se instalan en los subchasis, permitiendo una enorme flexibilidad a la hora de diseñar diferentes tipos de vehículos. El interior cuenta con un fondo plano y puede tener una gran amplitud, además de una posición de conducción más adelantada. El maletero no pierde capacidad a causa de su diseño. La plataforma MEB del Grupo Volkswagen es la base del ID.3 y de todos los eléctricos puros del grupo.
¿Es 2021 el momento de comprarte un coche eléctrico?
Vamos a dar respuesta a la pregunta que os planteábamos al inicio del vídeo. ¿Es 2021 el momento de comprar un coche eléctrico? La respuesta será afirmativa si estás dispuesto a asumir un precio de compra superior al de un coche convencional, y además, entiendes y conoces las servidumbres y limitaciones que tiene el uso de un coche eléctrico, especialmente en lo tocante al tiempo de carga y la necesidad de disponer de un lugar donde cargarlo a diario
¿Conviene esperar a comprar un coche eléctrico?
La respuesta depende de tu perfil. Si eres un amante de las nuevas tecnologías y te puedes permitir su compra, disfrutarás siendo el propietario de un coche eléctrico, pero debes tener en cuenta que el imparable avance técnico del sector puede convertir su tecnología en obsoleta en apenas unos pocos años. Si tu perfil es más conservador pero quieres vivir la experiencia eléctrica, te recomendamos optar por un híbrido enchufable – una fórmula con ventajas e inconvenientes.
Tendrás que cargarlo a diario y podrás conducirlo en modo 100% eléctrico, pero seguirás teniendo un motor térmico que hará más sencillos los viajes de larga distancia y evitará que te quedes tirado si se te agota la batería. Por último, existe la fórmula del renting, especialmente interesante en el caso de los coches eléctricos. Un contrato a dos, tres o cuatro años que te permitirá disfrutar de coches como el Volkswagen ID.3 pagando una cuota mensual, sustituyéndolo por un coche más avanzado a su finalización. En estos tiempos de rápido avance técnico, creemos que es una de las opciones mas recomendables.
Fotos del Volkswagen ID.3