En las últimas semanas charlando con amigos y familiares sobre la compra de coches nuevos me he dado cuenta de algo: los vehículos de stock siguen siendo el patito feo de los concesionarios debido, en gran parte, a la desinformación reinante. Son muchos los que creen que son modelos de segunda mano y se sorprenden cuando les explicas qué es un coche de stock. Incluso alguno de ellos ha terminado decantándose por esta opción. Acercarme a esa realidad me ha traído hasta aquí: por qué son la mejor opción de compra… con la crisis de los semiconductores y sin ella.
Aunque la mayor parte de las veces los coches de stock se convierten en la mejor alternativa de compra, la desconfianza vuela sobre ellos. Y lo hace porque, como decíamos, los compradores no saben qué son o tienen una vaga idea sobre ellos. Un vehículo de stock es un modelo completamente nuevo: no se ha matriculado y, evidentemente, no ha circulado. Es lo que les diferencia de los coches de kilómetro cero o de los que son de segunda mano.
Las reservas del concesionario
Como su propio nombre indica, se tratan de unidades de stock. O lo que es lo mismo: de reserva. Los concesionarios de las diferentes marcas cuentan en sus instalaciones (o en las campas) con un buen número de aquellos modelos que son los más populares o los que más ventas atesoran y que, además, han sido pedidos a fábrica con la configuración y especificaciones más demandadas por los clientes. ¿Por qué hacen esto? Porque, de esta manera, pueden venderlos sin hacer esperar al conductor.
No es la única razón por la que los coches de stock están en el concesionario. A veces son unidades que han pedido para formar parte de la exposición que visitan los clientes o forman parte de la estrategia para cumplir los objetivos de la marca. En contadas ocasiones pueden ser ejemplares que alguien ha pedido y luego, por diferentes razones, no ha materializado la compra.
Ventajas de comprar un coche de stock
Como en toda decisión de compra, a la hora de decantarse por uno u otro modelo lo mejor que podemos hacer es elaborar una lista de pros y contras. Y eso es lo que vamos a hacer con los coches de stock comenzando por sus ventajas.
Tal y como decíamos antes, el tiempo de espera para poder conducir un nuevo coche se reduce al mínimo porque no hay que pedirlo a fábrica y esperar a que se lleve a cabo su producción. Los plazos suelen ser de días: los necesarios para tener listo el vehículo, trasladarlo si es necesario, preparar la documentación o tramitar su financiación. Esta ventaja se ha convertido en la gran baza de las marcas ahora que la crisis de los semiconductores está provocando retrasos de hasta seis meses en las entregas.
Por otro lado, el precio suele ser más bajo que el de un vehículo configurado con todo lujo de detalles y especificaciones. Los coches de stock tienen mayor margen de negociación tanto en el precio (aunque debes tener en cuenta que la rebaja que obtengas no va a ser exagerada) como en algunos extras que se pueden incluir una vez fabricado el coche.
Desventajas de comprar un coche de stock
En condiciones normales, es decir, sin escasez de semiconductores, el proceso de pedir el coche a fábrica, producirlo y transportarlo se ha acelerado con el paso del tiempo y la mejora de los procesos.
Esto ha hecho que los coches de stock pierdan algo de peso e importancia provocando que algunas marcas no dispongan de grandes cantidades para determinados modelos. No obstante, la pandemia del coronavirus ha mitigado esto: la mayor parte de los fabricantes cuentan con importantes stocks acumulados que tienen que liquidar y para ello ofrecen buenas condiciones de compra.
Por otro lado, las unidades de stock no admiten ninguna personalización más allá de las partes que se puedan montar después de salir de la fábrica. No podrás elegir el motor, el color de la carrocería o los extras: por ello, si tienes en mente un coche con una configuración muy concreta esta opción de compra no sería la más aconsejable para ti.
Comprar un coche de stock
Si, finalmente, te decantas por un coche de stock tendrás que tener algunas cosas en cuenta. Recuerda que son modelos que están en la campa y en el concesionario, pero no sabemos cuánto tiempo llevan allí o si, previamente, han pasado por la exposición. Revisa si la pintura tiene algún desperfecto, si el interior tiene algún fallo por el paso de los clientes y no te olvides de los faros. Muchos modelos se muestras con las luces encendidas y aunque la tecnología LED es duradera, son horas de vida útil que han sido descontadas.