Los coches modernos son más eficientes, más cómodos, y más seguros. Tal vez por eso no se estén valorando más opciones para reducir el impacto del transporte por carretera que conminarnos a comprar un coche nuevo, a ser posible eléctrico.
Pero sucede que cuando la transición energética hacia el vehículo eléctrico pasa únicamente por la renovación del parque de automóviles, estamos olvidándonos de que de ninguna de las maneras nos iremos a dormir un día y, al siguiente, nos encontraremos con que todos los coches de combustión interna han sido sustituido por eléctricos. Una estrategia responsable debería plantear soluciones para reducir el impacto del parque de automóviles ya presente. Por no hablar de la huella de carbono del pozo a la rueda, de tener en consideración que producir un automóvil, a día de hoy, tiene un impacto ambiental importante. Y que ese impacto en los eléctricos, sobre todo por el coste energético y en materias primas de la producción de las baterías, suele ser muy superior a la producción de coches con motor de combustión interna.
¿Por qué no actualizar los coches que ya tenemos, en vez de obligar al ciudadano a comprar un coche nuevo?
Proyectos de retrofit de Toyota para transformar un clásico en eléctrico de baterías y vehículo de hidrógeno
Transformar coches antiguos en eléctricos
La industria del automóvil es un sector muy potente para la economía europea, y en términos comparativos, aún lo es más en Europa. La economía española depende de la producción de automóviles, así como muchos puestos de trabajo directos e indirectos, siendo uno de los sectores que más ha contribuido a que España sea algo más que una economía del sector servicios, de turismo y ocio. España necesita que sigamos comprando coches nuevos.
Pero la realidad es que no existe ninguna confabulación para evitar que transformemos, por ejemplo, nuestros coches antiguos de combustión interna en eléctricos. La operación para transformar un coche antiguo en eléctrico es muy costosa, en términos económicos, y también en términos energéticos y por lo tanto se eleva la huella de carbono. La modificación requerida para transformar un coche antiguo en eléctrico, por otro lado, conlleva implicaciones mucho más profundas que pueden afectar a la practicidad, e incluso a la seguridad del vehículo.
Tal vez en un futuro sea posible. Ya no solo transformar un coche de combustión interna en eléctrico. Sino sobre todo que los coches eléctricos puedan actualizarse, en la medida de lo posible, por ejemplo en lo que respecta a equipar mejores packs de baterías. Algunos fabricantes están dando pasos muy interesantes en esa línea y, sin duda, sería un buen aliciente para motivar la compra de eléctricos. Saber que el coche eléctrico que te compres ahora podrá ir actualizándose con las últimas tecnologías para durarte muchos años.
Actualizaciones de software y hardware
Que tu coche reciba nuevas funciones con una mera actualización del software, que se realiza automáticamente, sin necesidad de que acudas al taller, ya es una realidad. Tesla, por ejemplo, propició que sus clientes adquiriese en paquete completo de hardware para la futura conducción autónoma, y aunque esta aún no se ha materializado, sí ha permitido que sus coches vayan mejorando las capacidades de sus sistemas y ayudas a la conducción.
Otros fabricantes están abogando por una estrategia un tanto truculenta. Tu coche ya equipa sistemas hardware, de fábrica, que permiten acceder a un amplio espectro de funciones que mejoran el confort y la seguridad. Pero para utilizarlas es necesario que pagues cuotas mensuales. Y a la hora de introducir nuevas funciones y servicios tendrás que contratar nuevas suscripciones.
Las actualizaciones de hardware, por otro lado, abren un universo de posibilidades mucho más amplio. La tecnología mejora con el tiempo. Tus necesidades como conductor también evolucionan desde que te compras un coche nuevo hasta que llevas unos años con él. Y permitir la introducción de mejoras que requieran modificaciones del hardware permitiría que tu coche pueda ganar funciones con el tiempo y adaptarlo con la tecnología moderna, por ejemplo en lo que respecta a sistemas de seguridad y ayudas a la conducción.
Actualizar tu coche antiguo con tecnologías modernas
Toyota acaba de estrenar en Japón un nuevo plan de actualizaciones que sí atañe a modificaciones del hardware. El Toyota Prius ya ha sido diseñado para permitir ciertas actualizaciones, que son relativamente económicas y sencillas. En el futuro Toyota promete que sus coches estarán diseñados para permitir un abanico mucho mayor de actualizaciones, permitiendo alargar la vida útil de estos y, sobre todo, que un coche entrado en años pueda mantenerse relativamente a la última.
De momento, Toyota ha propuesto tres actualizaciones para el Prius que permiten el aparcamiento automatizado del coche, la monitorización panorámica del coche en aparcamiento (visión 360º) y un volante calefactado. Más adelante se incluirán nuevas modificaciones, como asientos de cuero sintético, calefactados y ventilados, o algo mucho más interesante, equipar un sistema de entretenimiento más potente con una pantalla de 12,3″.
Toyota ofrece dos posibilidades para incluir estas funciones, que van asociada a sus planes de coche como suscripción, la de pagar el servicio de golpe, o suscribir una cuota mensual. El aparcamiento avanzado y automatizado, con función remota puede contratarse por 2.640 yenes al mes (16,83 euros al cambio actual) o un pago único de 96.800 yenes (617,1 euros).
Toyota, más allá de sus actualizaciones de hardware, ha estado desarrollando en los últimos meses diferentes proyectos por los cuales ha transformado vehículos clásicos en coches eléctricos de baterías, en eléctricos de pila de combustible (hidrógeno) o incluso en coches de combustión de hidrógeno.
En cualquier caso, insistimos, es importante rebajar el optimismo y pensar que difícilmente el futuro de la transición hacia el vehículo eléctrico pasará por la transformación de nuestros coches antiguos de combustión interna en eléctricos de baterías o pila de combustible.
