Poco a poco el mercado de coches eléctricos usados comienza a ser una realidad, y además plantea grandes cambios que a día de hoy pueden llevarnos hasta grandes oportunidades si sabemos buscar. Dicho esto, el caso de hoy nos va a servir para ver desde otro prisma el coche de segunda mano, y es que alguien ha pagado 26.450 euros por un Tesla Model X de 643.768 Km y 4 años de antigüedad. El dilema es claro, y es descubrir por qué una locura para un coche tradicional, puede ser una ganga en el caso de un coche eléctrico.
El protagonista de esta historia es Fred Lambert, quien muchos conoceréis por ser redactor jefe de Electreck. De este modo, y teniendo en cuenta su estrecha vinculación con los coches eléctricos, decidió ponerse manos a la obra para buscar un Tesla Model X lo más barato posible en USA. Y lo encontró, concrementamente una unidad con 4 años de vida por 30.000 dólares (26.450 euros), pero con la friolera de 400.000 Millas (643.768 Km). Se trataba de un Model X 90D que había sido empleado por la empresa de transporte de personas Tesloop en California.
Tesla Model X
Hablamos por lo tanto de un coche con un historial de uso bastante importante en relación a la vida del coche, pero que a cambio ofrecía una rebaja bastante notoria con respecto al precio original. El dilema, como ya hemos dicho es evidente, y es saber valorar hasta qué punto debe importarnos en un coche eléctrico como el Model X semejante cantidad de kilómetros. Y Lambert lo tuvo claro, y es que tras comprobar que incluso la batería ya había sido sustituida a las 325.000 millas (523.037 Km) a través de la garantía de 8 años sin límite de kilómetros de Tesla, tenía la seguridad de que la degradación del acumulador no iba a ser un problema.
Descartados los problemas en la batería, las únicas dudas sobre este Model X están en sus motores eléctricos y en cómo han envejencido todos sus gadgets, desde el sistema Autopilot hasta la gran pantalla multimedia central. Hay que recordar que con el paso del tiempo Tesla ha mejorado mucho la fiabilidad de sus propulsores, además de añadir mejoras en diferentes aspectos a través de las actualizaciones de software. Aún así, Lambert ha querido arriesgar, pues ha comprado este Model X como vehículo personal, pretendiendo contar todo cuanto le suceda al coche a partir de ahora mediante un diario sobre el estado real de un Tesla tras tantos kilómetros.