La Dirección General de Tráfico se hizo eco de los datos de la AECA-ITV para desvelar que, en 2021, el 40% de los vehículos que debían pasar la ITV no lo hicieron. Hasta ahora la cifra estaba en torno al 20% así que el absentismo ha batido récords: 4 de cada 10 vehículos circulan sin que nadie haya certificado que cumple con los estándares mínimos de seguridad. ¿Sabes con cuántos fallos puedes pasar la ITV?
Informan desde AECA-ITV que los dos principales motivos por los que un vehículo no supera la inspección técnica con éxito son: superar el nivel de emisiones permitido y no reunir las condiciones mínimas de seguridad. Ambos están catalogados como defectos graves: uno solo de ellos se traduce en un resultado desfavorable. No pasa lo mismo con los leves.
Defectos leves
La normativa no ha establecido un número máximo de defectos leves que impiden pasar la ITV: si un vehículo sólo tiene fallos de este tipo, aprobará la revisión. Eso sí: los técnicos dejarán constancia, en el informe de la inspección, de todo lo que hay que arreglar con la mayor brevedad posible.
Cabe recordar que un defecto leve puede convertirse en grave: de ser así, el conductor puede ser sancionado por las autoridades aunque haya pasado la ITV porque, según el Código de Circulación, tiene la obligación de circular con el vehículo en perfectas condiciones. Esta situación se entiende mejor con un ejemplo: puedes superar favorablemente la revisión con la luz de freno fundida, pero se convertirá en un defecto grave si se funde otra y no has reparado la primera.
Defectos graves
Como avanzábamos antes, un único defecto grave es suficiente para que el resultado de la ITV sea desfavorable; si fuera muy grave hablaríamos de una revisión negativa y el vehículo estaría inhabilitado para circular así que sólo podría moverse entre la estación y el taller en grúa.
Los defectos graves más frecuentas se detectan en el sistema de alumbrado y señalización (24,1%) y en los ejes, ruedas, neumáticos y suspensiones (21,7%). Para corregir este tipo de fallos, el conductor dispone de un plazo máximo de dos meses para arreglarlos y pasar, de nuevo, la inspección: si lo consigue dentro de los primeros quince días y supera la revisión en la misma estación, no tendrá que pagar nada. Superado ese plazo, tendrá que abonar el 60% del total. Cabe recordar que durante ese tiempo, el vehículo sólo podrá moverse para ir al taller.
Una cuestión de seguridad
Cabe recordar que la ITV sirve para comprobar que un vehículo cuenta con los estándares mínimos de seguridad. La DGT apunta que el buen estado de un vehículo no siempre es suficiente para prevenir un accidente, pero estas revisiones ayudan a descubrir problemas ocultos que sí pueden desembocar en un siniestro.
Según el informe ‘Principales cifras de la siniestralidad vial en España en el año 2020’ de la DGT, existe una relación entre la antigüedad del vehículo implicado en el accidente y el estado de su inspección técnica. En el caso de los turismos, además, el porcentaje que sufre un accidente aumenta significativamente con los años: del 7% cuando tiene entre cinco y nueve años se pasa al 15% cuando supera los quince. En furgonetas y camiones hasta 3.500 kilos, los porcentajes son superiores: se pasa de un 10% (5-9 años) a un 25% (más de quince años).