Quizá la frase de “la carretera no es un circuito” esté un tanto usada de más, un tanto manida, pero de vez en cuando viene bien recordarla, sobre todo cuando te topas con un vídeo en el que no podía encajar más. Un tramo de montaña y un par de coches, un Renault Mégane RS y un Ford Focus RS, realizando una serie de maniobras difícilmente justificables, son los protagonistas de un vídeo que sirve de excusa perfecta para recordarnos que hay mejores formas de disfrutar de esta nuestra pasión, sin poner en peligro a otros usuarios de la vía y sin incumplir la ley con un posible delito de conducción temeraria.
El adelantamiento se produce en plena curva, con línea continua
En el vídeo en cuestión, filmado en una carretera madrileña, la M-134 (El Atazar) y no en Barcelona, como reza el título del vídeo, nos encontramos con dos de los compactos deportivos más eficaces de cuantos hemos puesto a prueba, el Renault Mégane RS y el Ford Focus RS, realizando un adelantamiento totalmente improcedente, rebasando la línea continua, en plena curva, con una visibilidad aparentemente reducida.
No vamos a juzgar si se trata de una carrera ilegal o no, como reza el mencionado título del vídeo, algo que evidentemente es aún más grave, pero sí debemos criticar un adelantamiento peligroso que podría haber terminado en una desgracia si se hubieran topado con otros conductores en el carril contrario.
Esta acción podría acarrear un delito contra la seguridad vial, con pena de prisión
Teniendo en cuenta las sanciones de la DGT podríamos estar hablando de conducción temeraria, una acción tipificada por la ley como muy grave y que podría conllevar la pérdida de 6 puntos y una multa de 500 euros o incluso constituir un delito y por lo tanto los implicados podrían enfrentarse a la prisión, multa y retirada de carnet.
Desde Diariomotor hemos tenido la oportunidad de hablar con uno de los presuntos implicados que ha señalado que el adelantamiento atiende a una maniobra para evitar a un grupo de conductores que iba realizando una conducción también poco apropiada, frenando y acelerando de forma injustificada y que se realiza cuando otro coche les advierte de que pueden adelantar.
Una jornada de trackday es infinitamente más segura, más legal e incluso (si tenemos en cuenta las multas) más barata
Como mencionábamos al principio del artículo, la carretera no es un circuito y se puede disfrutar de la conducción en un tramo de montaña sin comprometer la seguridad de otros usuarios, como hacemos la mayor parte de los aficionados, sin perder de vista que habitualmente, en muchos circuitos, se celebran trackdays donde dar rienda suelta, en plenas condiciones de seguridad, a nuestra afición.