Imagina poder conducir un coche con un único pedal. Sin un pedal de embrague, porque no dispone de caja de cambios. Sin utilizar el pedal del freno, porque el pedal del acelerador es más que suficiente para acelerar y frenar. El coche eléctrico promete transformar, por completo, la experiencia de conducción que conocíamos hasta ahora. Y una de las soluciones más curiosas que han comenzado a aplicarse, sin duda, ha sido la posibilidad real de conducir un coche eléctrico utilizando únicamente un pedal. ¿Es esta la mejor función de un coche eléctrico? ¿En qué consiste?
La conducción con un único pedal se ha presentado como una ventaja del coche eléctrico, hasta el punto en que muchos fabricantes han utilizado este estilo de conducción como argumento comercial. Aunque se trate de una función más común en coches eléctricos, también es habitual en híbridos enchufables que, cuando prescindimos del motor de combustión interna, se comportan a todos los efectos como un coche eléctrico.
Pero es interesante profundizar aún más en esta idea, que como ya estarás imaginando se sustenta en la capacidad de retención y regeneración de energía que ofrecen los motores de los coches eléctricos. Y que, como veremos a continuación, la conducción con un pedal, y la capacidad de regeneración de energía de los coches eléctricos, nos ofrecen diferentes ventajas e inconvenientes que han de ser valorados.
Conducir con un único pedal: ¿en qué consiste?
La idea de conducir con un único pedal es sencilla y consiste en conseguir que el pedal del acelerador pueda ejercer las funciones de acelerador y freno. Hasta ahora, en un cualquier coche, estábamos acostumbrados a que al soltar el acelerador se produjera una deceleración, como consecuencia de lo que los conductores conocemos como freno motor. Las pérdidas por arrastre del conjunto motor-transmisión hacen que un automóvil pierda velocidad al soltar el acelerador, salvo que se encuentre en una pendiente descendente con suficiente inclinación para mantener la velocidad, o incluso ganar velocidad.
En los coches eléctricos las pérdidas por arrastre se reducen drásticamente y entra en juego la regeneración de energía del motor eléctrico. Al soltar el acelerador, uno o varios motores eléctricos invierten el giro, funcionan como un alternador, y recuperan energía que acumulan en la batería y que después puede ser utilizada para alimentar el motor eléctrico.
La regeneración de energía en un coche eléctrico puede llegar a ser tan alta, que la acción del motor eléctrico como alternador llegue incluso a frenar el vehículo. De manera que soltando por completo el pedal del acelerador el coche, efectivamente, frene, y no necesitemos tocar el pedal del freno. De hecho, muchos coches eléctricos accionan la iluminación de frenado al soltar el acelerador.
La regeneración de energía en coches eléctricos
Como os decíamos, la regeneración de energía es una de las mejores cualidades de un coche eléctrico y su utilidad va más allá de permitirnos en ciertas circunstancias conducir utilizando un único pedal, sin pisar el freno. Al conseguir que la regeneración frene nuestro vehículo, estaremos aliviando la carga de los frenos. Si el sistema de frenado de nuestro coche no necesita actuar en muchas circunstancias, o actúa menos, gracias a la regeneración de energía, nuestro coche necesitará frenos más pequeños, económicos y ligeros, y sufrirán un menor desgaste y, por lo tanto, serán más propensos a averías y los elementos sujetos a desgaste durarán más kilómetros.
Dado que la regeneración de energía puede ajustar su intensidad, conduzcamos con un pedal, o con dos pedales, como conductores podemos aprovechar esta capacidad de regeneración para adaptarla a cada situación o a nuestro estilo de conducción.
Los fabricantes suelen permitir ajustar la intensidad de la regeneración y, por lo tanto, la deceleración que se produce al soltar el acelerador, ya sea ofreciendo diferentes modos en el selector de transmisión, o incluso aprovechando las levas en el volante – un coche eléctrico no suele disponer de marchas – para que el coche regenere y decelere más al soltar el acelerador, o regenere poco o nada, y no decelere, al soltar el acelerador.
¿Cómo se conduce un eléctrico con un solo pedal?
Un coche eléctrico puede conducirse con un solo pedal en cualquier circunstancia, siempre y cuando la regeneración facilite decelerar lo suficiente el vehículo para que al soltar el pedal del acelerador no sea necesario tocar el freno. En cualquier caso, es importante recordar que para practicar este estilo de conducción antes tendremos que haber superado en período de adaptación, y conocer bien cuán contundente es la regeneración al soltar el acelerador para saber que será suficiente para decelerar.
Es importante que no nos olvidemos del pedal del freno, que sigue siendo imprescindible, y que será necesario si queremos decelerar insistentemente, practicar una frenada contundente, o incluso realizar una frenada de emergencia. No te olvides del pedal del freno.
De hecho, aunque muchos coches eléctricos puedan conducirse en la práctica con un solo pedal, siguen disponiendo de un pedal para el freno. Cualquier otra cosa no sería posible, ni tampoco legal.
¿Cuándo conviene conducir con un solo pedal?
Entrando en el plano subjetivo, y en la experiencia de conducción de un servidor, las circunstancias más evidentes en las que conducir con un solo pedal es cómodo y seguro pasan por la conducción del día a día.
En ciudad, nos encontraremos con que conducir con un solo pedal es tremendamente cómodo y que, en las velocidades a las que legalmente podemos desplazarnos por la urbe, la deceleración que se produce con la máxima regeneración del motor en la mayoría de los coches eléctricos es más que suficiente para que no tengamos que utilizar el freno, y aprovechar al máximo la energía de que disponemos.
Los atascos son también un escenario perfecto para la conducción con un pedal. Mientras en un coche con motor de combustión interna, y cambio manual, estaríamos continuamente acelerando, frenando, embragando, desembragando, engranando y desengranando marchas, en un coche eléctrico basta con que pisemos y soltemos el pedal del acelerador.
La ausencia de retención del motor, gran ventaja del eléctrico
La conducción con un único pedal es una de las mejores funciones de un coche eléctrico pero, en paralelo a esta funcionalidad, y a la capacidad de regeneración de un coche eléctrico, añadiremos que el caso opuesto, en el que un coche eléctrico regenera mínimamente, o no regenera, nos lleva también a una de las grandes ventajas de un coche eléctrico.
Al prescindir de las pérdidas por arrastre naturales en un coche con motor de combustión interna, derivadas de los componentes mecánicos en movimiento en el conjunto motor-transmisión, cuando un coche eléctrico se encuentra en el modo de regeneración mínima o no regenera, es capaz de mantener la velocidad con una pendiente mínima cuando soltamos el acelerador.
Desde mi punto de vista, insisto, muy subjetivo, resulta muy útil seleccionar la regeneración mínima en un coche eléctrico cuando conducimos por carretera, en situaciones, como una ligera pendiente descendente, en las que preferimos que el motor no regenere, y que nuestro coche mantenga velocidad de crucero sin tocar el acelerador.