Son muchos los factores que, dentro de un periodo de tiempo muy corto, han hecho que el precio de la vida se dispare en prácticamente todos los ámbitos en estos últimos años. Dentro del contexto del automóvil y cómo afecta esta situación a los consumidores, el precio de los coches y el gasto de la energía, ya sea en electricidad o a través de combustibles fósiles, ha propiciado que la movilidad cueste más que nunca.
Por estas razones, disfrutar de unos reducidos costes de uso en el día a día se ha convertido en una de las mayores prioridades para una gran parte del público a la hora de buscar un nuevo coche como herramienta de transporte diaria, algo en lo que el coche eléctrico destaca especialmente, pero la realidad es que tener acceso a unos costes de uso ínfimos no es algo exclusivo de estos, como demuestra el modelo que estamos probando estos días en Diariomotor.
Toyota C-HR
Toyota C-HR
Imágenes del Toyota C-HR
Se trata de un Toyota C-HR en su versión 220PH, la híbrida enchufable, acabada en la línea GR Sport, concretamente. Mecánicamente, lo que en esencia ha hecho Toyota con esta versión del C-HR (y con el resto de sus híbridos enchufables, en realidad) es aprovechar el eficiente y buen funcionamiento de sus esquemas híbridos convencionales e implementar una batería de mayor tamaño con cambios mínimos sobre el resto de la cadena cinemática, lo que hace que cuando el C-HR circula sin carga en la batería es tan eficiente como cualquier híbrido convencional de Toyota, mientras que cuando circula con carga suficiente en modo híbrido o en modo eléctrico, directamente, se mueve como cualquier coche a baterías.
Su esquema híbrido está compuesto, por la parte térmica, por un motor atmosférico de 2 litros de cilindrada y funcionamiento en ciclo Atkinson que rinde 152 CV, mientras que por la eléctrica encontramos un eléctrico de 163 CV embebido en la transmisión y una batería de 13,8 kWh de capacidad. En total la potencia se eleva hasta los 223 CV y arroja una autonomía homologada de 65 kilómetros.
Toyota C-HR.
Más adelante, en un artículo específicamente dedicado a ello, entraremos a detallar en profundidad sobre el C-HR como compra en España a día de hoy, pero no hemos querido esperar para centrarnos de manera adelantada en un aspecto que puede ser muy interesante para aquellos que dudan en estos momentos sobre qué tipo de coche comprar, ya que la casuística que un servidor quiere entrar a detallar podría ser la de cualquier conductor español.
Y es que, aunque desempeño mi puesto de trabajo de manera remota casi el 100 % del tiempo, antes de ponerme a ello he de hacer un recorrido que se alarga durante casi una hora en muchas ocasiones para efectuar lo que los anglosajones llaman el school run: la ida y vuelta del colegio, por doble partida en mi caso al tener que efectuar antes una parada en la guardería. Se trata de un recorrido que he hecho antes, además de con mis propios coches, con los coches de prueba que han ido pasando por mis manos cuando se han dado las circunstancias, por lo que lo he efectuado tanto con térmicos puros, como con eléctricos e híbridos, pero nunca antes con un híbrido enchufable como es el C-HR cuyas llaves tengo ahora mismo sobre mi mesa de trabajo.
Puesto de mandos del Toyota C-HR.
La ventaja de un PHEV como este C-HR es que, si lo cargamos en casa cada noche, podemos movernos como si fuera un coche eléctrico puro. Esto significa que el gasto diario en energía, que dependerá del precio del kWh en nuestra factura de la luz, puede llegar a ser casi testimonial. En este caso, con una batería de 13,8 kWh y una tarifa nocturna de unos 10 céntimos por kWh, una carga completa me cuesta aproximadamente 1,4 euros. Si no recorremos más de los 62 kilómetros que homologa este C-HR en modo eléctrico, el gasto diario en energía no superará ese euro con cuarenta céntimos.
Aun así, y sabiendo por la longitud de mi trayecto que éste podría efectuarse al 100 % en modo eléctrico, hoy he querido abordarlo en modo híbrido/eléctrico automático, en el que el sistema va eligiendo, según las condiciones, la manera más eficiente de moverse. Con ello he querido saber cómo de reducido puede llegar a ser el gasto en energía en este modo de conducción teniendo la batería cargada al 100 %.
Cabe destacar que la distancia que separa el colegio de mi domicilio es de algo menos de 9 kilómetros y que el recorrido es urbano casi en su totalidad. A decir verdad, existen tramos de carretera nacional con velocidades máximas propias de este tipo de vías, pero la realidad es que la densidad del tráfico a primeras horas de la mañana hace que la velocidad sea más propia de ciudad que de carretera. Según marca el ordenador de a bordo del C-HR, para los 17,3 kilómetros que he cubierto esta mañana he necesitado un total de 44 minutos y la velocidad media ha sido de unos 26 kilómetros por hora.
Datos del ordenador de a bordo al finalizar el recorrido
Una vez de vuelta, y sin haber practicado una conducción con el foco puesto en la eficiencia (aunque sí he conducido de manera tranquila) el C-HR ha anunciado una media de consumo de 2,2 litros cada 100 kilómetros con una relación de conducción eléctrica del 88 % del tiempo. A su vez, en la batería figuraba una carga, todavía, del 95 %.
Lograr esos 2,2 litros de consumo medio en modo híbrido ha sido posible de manera fácil ya que, al disponer de carga suficiente en la batería, en muchas ocasiones en las que el motor térmico hubiera entrado a funcionar en un híbrido convencional al no disponer de carga, dándose aún las circunstancias propias de uso para un motor eléctrico, este puede seguir en funcionamiento.
Para acabar, ¿significa esto que cualquiera puede lograr algo así en su día a día? Bueno, sí y no. Dependerá realmente del tipo de uso y las carreteras que cada particular en concreto tenga como variables, pero no hemos querido dejar pasar la ocasión de contar el consumo que ha conseguido este C-HR, pues se trata de circunstancias de uso real que podrían, de verdad, ser las de muchos otros conductores españoles. A mayor velocidad, menor será la eficiencia, por supuesto. Valgan como ejemplo los 5,3 litros que obtuvimos de media en un viaje de 500 kilómetros por carretera con esta misma unidad del C-HR.
Imágenes del Toyota C-HR
