La pasada semana pude ponerme tras el volante del nuevo Opel Astra. Tras el volante, pero sin conducirlo, pues era la presentación internacional estática del compacto alemán. Ya sabíamos al aspecto que iba a tener el nuevo Opel Astra y habíamos visto fotos, pero correspondían a modelos de preproducción. Tras las luces de colores, los discursos de marketing y las personalidades públicas, llegó el momento de tocar el Opel Astra, analizar su espacio interior y comprobar, de una vez por todas, si este compacto no ha perdido sus raíces alemanas.
Diseño del nuevo Opel Astra
Con respecto a su predecesor, el Opel Astra solo crece 4 mm en longitud, pero aumenta en 13 mm su distancia entre ejes e incrementa su anchura en nada menos que 5 cm. A nivel visual, rompe con el diseño amable pero anodino de su predecesor, y se presenta cargado de aristas, ángulos y la personalidad que había perdido, además de sentirse más imponente. De su diseño destacamos el frontal, llamado Opel Vizor. Da al coche un aspecto ancho y tecnológico, pero habrá que ver qué tal aguante el paso del tiempo: es de plástico negro brillante.
Opel Astra
Su perfil lateral es anguloso, con pasos de rueda muy marcados y musculosos, llantas originales de hasta 19 pulgadas y un pilar C en claro contraste con el techo, de un color diferente a la carrocería. La zaga es más discreta, con finas ópticas LED y una total ausencia de tubos de escape, una solución mucho más elegante que montar un burdo y artificioso escape falso. Personalmente, me parece un coche más bonito que su primo, el Peugeot 308, además de tener un considerable carisma visual y un aspecto retrofuturista muy interesante.
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Impresiones del interior del nuevo Opel Astra 2022
Lo primero que me llama del puesto de conducción es que se siente muy moderno y tecnológico, casi a años luz de su predecesor, que acusaba claramente el paso del tiempo. Aun así, la disposición general de controles no es innovadora: me recuerda poderosamente a referencias del segmento como el Volkswagen Golf. Una vez aupados al asientos del conductor percibo que su postura de conducción es digna de un compacto de toda la vida. De hecho, el centro de gravedad del coche se ha reducido en mas de un centímetro: estamos cerca del suelo.
La ergonomía del puesto de conducción es francamente buena, y no solo por los asientos ergonómicos con certificado AGR, si no por que tenemos una gran sensación de espacio. Aunque la consola central parece ancha y el salpicadero alto, es un coche diáfano en el que el espacio abunda. La calidad percibida mejora muchísimo con respecto al Astra saliente, con plásticos blandos en la parte superior del salpicadero y puertas, con plástico duro bien rematado en la parte inferior del mismo. El volante está forrado en cuero de calidad y tiene un diseño muy moderno.
No obstante, hemos de hablar de nuestra particular criptonita: el plástico negro piano. Y es que este material está en todas partes. En el contorno de la instrumentación y pantalla de infoentretenimiento, en la consola central, en el volante o en las levas de cambio. La unidad acababa de salir de la línea de producción y ya tenía microarañazos en muchas de sus superficies. Además, este material genera crujidos y su acople en la consola central fue el único lugar donde encontré fallos de acabado, con un ajuste imperfecto.
A nivel tecnológico, el Astra destaca gracias a una instrumentación digital y sistema de infotainment de doble pantalla, con dos paneles de 12 pulgadas. Tienen gráficos minimalistas y muy cuidados, siendo especialmente fluido el sistema de infoentretenimiento, además de intuitivo. Lo mejor de todo es que han retenido mandos satélite físicos para funciones como el volumen y un climatizador con mandos físicos, con el objetivo de no tener que apartar la vista de la pantalla. En cuanto a las plazas traseras, han crecido en espacio, pero no en todas sus cotas.
No son más anchas, pero sí cuentan con algo más de espacio longitudinal. Eso sí, hay un túnel central marcado, que prácticamente inutiliza la quinta plaza. Por fortuna, los mimos a los ocupantes son considerables: además de aireadores y tomas de carga, cuenta con asientos traseros calefactados. El maletero del Opel Astra cubica 422 litros de volumen y tiene formas regulares – aunque su boca de carga sea algo elevada – pero pierde 42 litros de volumen en el caso de las versiones enchufables.
Motores del Opel Astra
La gama de motores del Opel Astra constará de mecánicas convencionales, motores híbridos enchufables y una versión 100% eléctrica. Los motores más comunes serán los motores térmicos, por el momento sin hibridación alguna. La gama constará de dos 1.2 turbo de tres cilindros, con potencias de 110 CV y 130 CV, además de un 1.5 turbodiésel de 130 CV. Todos estos propulsores se podrán encargar con una caja de cambios manual, o un cambio automático de convertidor de par de ocho relaciones, reservado, eso sí, a los motores de 130 CV.
En cuanto a las opciones enchufables, habrá dos niveles de potencia: 180 CV y 225 CV. Todos ellos combinan un motor 1.6 turbo con un motor eléctrico de 110 CV y una batería de 12,4 kWh, que les pemitirá recorrer 60 km en modo 100% eléctrico. La unidad en la que nos pudimos subir era una unidad enchufable de 225 CV, y más allá de los emblemas, los gráficos de la instrumentación y un maletero algo más pequeño, es indistinguible de otros Astra. En 2023 llegará una versión 100% eléctrica, el Opel Astra-e, del que aún no hay detalles.
Seguridad y tecnología
Entre las asistencias a la conducción del nuevo Opel Astra brillan con luz propia, y nunca mejor dicho, ya que estos faros LED matriciales cuentan con 84 diodos por faro. Además, el Opel Astra dispondrá del sistema IntelliDrive 2.0, que permitirá al coche circular de forma semi-autónoma en ciertas circunstancias. Aunque sea vendido como una especie de piloto automático, en verdad se trata de un control de crucero adaptativo capaz de centrar al coche en su carril, guiarlo en curvas e incluso adaptar su velocidad a la vía y señalización.
No solo eso: puede cambiar de carril si así se lo indicamos y detener completamente el coche, para luego volver a iniciar la marcha ante retenciones o tráfico lento. Tampoco podemos olvidarnos de un sistema de cámaras en 360 grados, así como la alerta de tráfico cruzado o la detección de vehículos en punto muerto.
Conclusiones
El Opel Astra ha mejorado de forma considerable, y gana personalidad con respecto a su predecesor, francamente anodino. Además, es un coche a prueba de futuro: se lanza con dos versiones enchufables y contará con una versión 100% eléctrica en el futuro. A falta de conducirlo – faltan unos meses para su presentación dinámica – sabemos que será más dinámico y capaz que su predecesor, y está construido «a prueba de Autobahn» en palabras de la marca. El Opel Astra arrancará en 22.465 euros en el mercado alemán, y llegará en 2022 al mercado.